viernes 26 de abril de 2024 - Edición Nº -1969

Información General | 23 sep 2016

Son mujeres desempleadas y jubiladas

Prohíben la feria de ropa usada de Plaza San Martín: “Quieren esconder la pobreza abajo de la alfombra”

La feria de Plaza San Martín comenzó con unos pocos vendedores a fines del año pasado. Rápidamente fue creciendo y actualmente está integrada por unas 300 personas. En su mayoría son mujeres jubiladas o sin trabajo que acuden a la venta de ropa usada para cubrir las necesidades básicas de sus familias. Esta semana, la cruzada de la Municipalidad contra los manteros las alcanzó también a ellas y la comuna montó un operativo especial para impedir que se instalen.


La movida comenzó a fines del año pasado cuando sobre la plaza ubicada frente a Gobernación se podían ver algunas personas ofreciendo ropa propia. Este año la actividad creció exponencialmente y hay días que los las mantas llegan a ocupar la mitad de este espacio público. En la feria se pueden encontrar prendas desde los 10 pesos y ninguna supera los 100.

Entrevistada por la periodista Josefina López Palma, una de las vendedoras llamada Adriana relató: “Cuando llegamos ya estaba instalado Control Urbano (Subsecretaría de Convivencia y Control Ciudadano). Nos dijeron que teníamos que desalojar el lugar porque si no iban a sacarnos la ropa usada que vendemos, sin derecho a recuperarlas porque no tenemos como justificar que las cosas que vendemos son nuestras”.

Una gran mayoría de las personas que de lunes a viernes se instalan en la plaza son mujeres. “Hay chicas sin trabajo y también jubiladas a las que no les alcanza. Muchas son madres con bebés e hijos chicos que no tienen otro medio para subsistir”, detalló Adriana y agregó: “También hay algunos hombres que vienen a ayudar a sus mujeres o jubilados a los que tampoco les alcanza”.

La cruzada de la Municipalidad contra los manteros pareciera no tener reparos a pesar de que el argumento sobre la supuesta existencia de “mafias” detrás de la instalación de puestos en las calles, en este caso está totalmente alejado de la realidad.

“Ya alcanzamos una carta diciendo que debido la condición económico laboral en que estamos necesitábamos hacer esto. En una oportunidad hablamos con Pablo Álvarez (Subsecretario de Desarrollo Económico y Productivo Municipal) que dijo que nos iba a contactar con Desarrollo Social pero no pasó nada más. Fuimos a la Municipalidad y nos dijeron que no nos podían dar ninguna solución y que si armamos corríamos el riesgo de que nos levanten”, aseguró la puestera.

La prohibición de este viernes ya había tenido lugar el miércoles. “Vinieron a las 14 horas y nos dejaron poner la ropa recién a las 16, cuando ya no había gente”, comentó la vendedora y continuó: “Estamos desde fines de diciembre y pasamos todo el invierno para llevar el pan a casa. Les da vergüenza porque es ropa usada y quieren esconder la pobreza debajo de la alfombra”.

“No todo el mundo puede comprar en vidriera, damos un servicio a la gente que también se ve afectada por la situación que se vive. Además, muchos dicen que desde que estamos nosotras se puede pasar caminando por la plaza”, concluyó Adriana.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias