El pasado miércoles 14 de septiembre, el intendente Julio Garro lanzó la Unidad Ejecutora del Fondo Educativo. Esto significa que habrá una nueva dependencia encargada de administrar este recurso. Esta decisión se produce en un contexto particular: como concejal, junto a colegas de otras fuerzas partidarias en el Concejo Deliberante, como Florencia Rollie y Gastón Crespo, venimos trabajando hace meses con el objetivo final de que el Fondo Educativo llegue a las escuelas. Esto explica que en su presentación de la Unidad Ejecutora, el intendente haya cuestionado el rol de la oposición en general sin mencionar en forma directa a quienes estamos siguiendo de cerca el manejo que se hace de este Fondo, que vale la pena aclarar es de las escuelas, y el Municipio, el encargado de administrarlo.

Si bien la legislación es clara al respecto (el Fondo Educativo debe destinarse al ámbito de la Educación), en gestiones anteriores se hizo un uso discrecional de estos fondos, y la nueva administración no se aprestaba a dar un giro en ese sentido. Es por esto que un grupo de concejales (junto con ONGs) – decididos a trabajar para que el cambio que votó la gente se lleve adelante – presentamos un proyecto de ordenanza en la Comisión de Cultura y Educación del Concejo Deliberante que pide que el Fondo Educativo se invierta en las escuelas. Por su parte, las autoridades municipales no presentaron ninguna propuesta o proyecto sobre el tema y solo informaron el modo en que son distribuidos esos fondos, recién ésta presente semana. Me pregunto dónde está el cambio.

Como es sabido, el Fondo Educativo llega a los municipios por ley como parte del 6 por ciento del PBI destinado a Educación desde el año 2013. Pero no es difícil de comprobar que ese dinero fue utilizado como un instrumento más de la política y no como recurso indispensable para mejorar el estado de las escuelas. Por eso, asumiendo un nuevo tiempo y con la esperanza de trabajar en conjunto, elaboramos una propuesta de ordenanza de distribución porcentual de los fondos para que desde la Secretaría de Cultura y Educación de la gestión del intendente se llevara adelante. La respuesta no fue la esperada: la oposición en el Concejo, la desidia en el tratamiento de la propuesta y, como broche final, la creación de una Unidad Ejecutora dependiente de la Secretaría de Obras Públicas y no de Cultura y Educación. Vamos a señalar como positivo que se anunció una inversión de 20 millones de pesos para obras en las escuelas. Pero nada de esto hubiera pasado si nosotros no insistíamos. Ahora vamos a seguir insistiendo. Queremos, porque corresponde, que el fondo educativo entre en el presupuesto a tratarse antes de fin de año con una asignación específica, la que establece la ley.

Nuestra propuesta – que seguiremos impulsando – tiene que ver con otra filosofía, totalmente distinta a la que viene implementándose en los últimos años y que esta gestión parece continuar. Nosotros proponemos cumplir con la ley y con el fallo del Tribunal de Cuentas, y que el Fondo llegue a las escuelas. Porque les pertenece. Si queremos cambiar, si queremos crecer, el fondo educativo no puede ser un botín de la política.