miércoles 08 de mayo de 2024 - Edición Nº -1981

Información General | 4 feb 2017

"Entre humanos y escualos corre riesgo el tib

Reconocidos biólogos advierten que "los tiburones del Mar Argentino están desapareciendo"

El portal "Sentí la Pesca" elaboró un informe - en base a trabajos realizados por el Conicet y con información consignada en el diario Perfil - sobre "el delicado fenómeno ecológico" que debería encender luces de alarma en organismos del estado nacional y de algunas provincias: "Algunas especies disminuyeron entre un 60 y 90% en 30 años". El dato surge de un estudio oficial, y los pronósticos son escalofriantes: "Todo indica que en los últimos treinta años, la población de cuatro especies comunes de tiburón – el escalandrún, el cazón, el bacota y el gatopardo – disminuyeron en nada menos que un 90%, un 80%, un 70% y un 60% respectivamente”. La nota.


Foto: Bahía San Blas, provincia de Buenos Aires

Marplatenses y turistas fueron sorprendidos por la aparición de un tiburón con una soga al cuello, sin vida, en Playa Grande. Hace dos meses se había registrado un episodio similar, pero en la escollera Norte. Estos hallazgos son una pequeña muestra de un delicado fenómeno ecológico que un equipo de científicos del Conicet está documentando en detalle: la población de tiburones que habitan el mar Argentino viene descendiendo abruptamente, y en algunas especies la disminución ya alcanza niveles críticos.

“Nos llevó casi tres años de trabajo completar el primer estudio abarcativo del cual pudimos extrapolar datos sobre lo que está pasando con la población de cuatro especies de tiburones que se encuentra en el mar Argentino”, le explicó a PERFIL Alejo Irigoyen, investigador del Centro para el Estudio de Sistemas Marinos (Cesimar), un instituto que depende del Conicet-Cenpat. Y las cifras que obtuvieron son más que preocupantes.

Para poder llegar a esas cifras, Irigoyen, junto a Gastón Trobbiani, otro investigador del Cenpat, entrevistaron a lo largo de tres años a unos 30 reconocidos guías de pesca, que acumulan una experiencia de décadas en esta materia, y que efectúan salidas regulares desde poblaciones costeras, de San Clemente del Tuyú hasta Rawson.

Con el objetivo de determinar la efectividad del método implementado, el investigador recogió un dato avalado desde la ciencia que indica que la población de Galeorhinus galeus, una especie de tiburón popularmente denominado cazón, descendió en un 80 por ciento y realizó entrevistas a los pescadores para ver en cuánto estimaban ellos la depresión de esta especie en particular. Las entrevistas arrojaron el mismo resultado.

“Los datos que se tienen desde la ciencia sobre el registro de tiburones y su patrón migratorio son también coincidentes con los que aportan los pescadores. El cazón pasa el invierno en el sur de Brasil y, a medida que la temperatura del agua comienza a subir con la llegada de la primavera, empiezan a descender hacia el Golfo San Jorge. Los pescadores de la localidad de San Clemente del Tuyú en provincia de Buenos Aires aseguran que estos tiburones visitan la región cuando florecen los aromos, hecho que ocurre en el mes agosto. Las investigaciones científicas disponibles indican lo mismo”, asegura.

El relevamiento, realizado por los investigadores a lo largo de una gran porción de la Costa Atlántica, señala una situación comprometida en todas las especies estudiadas pero destaca a una en particular: el escalandrún. Los pescadores de la zona de Bahía Blanca señalaron que hace por lo menos cuatro años que no capturan un ejemplar. Estiman que en los últimos años su población descendió en un 90 por ciento”, comenta el científico.

Para el investigador, algunas actividades realizadas por el hombre afectan directamente a estos animales que además disponen por su naturaleza de algunas características que pueden tender a perjudicarlos. Tienen un lento crecimiento poblacional y la hembra pare apenas dos crías cada dos años. “Son animales con una historia de vida tan sensible que la pesca deportiva sin devolución podría llevarlos a la extinción”, concluye Irigoyen.

“Esas cifras de caída de ejemplares son preocupantes”, le dijo PERFIL la doctora Ana Massa, responsable del Programa de Pesquerías de Condrictios (clase que incluye a los tiburones) en el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep), en Mar del Plata. Detalló que los tiburones cumplen un rol de “predadores tope” en el ecosistema marino y son fundamentales para mantener su equilibrio. “Diversos estudios han demostrado que la desaparición de una especie de tiburón puede cambiar drásticamente la diversidad biológica de una zona y permitir, por ejemplo, que aparezcan especies exóticas o invasoras”.

Por otra parte, la severa declinación de estas especies, sobre cuya etología, migración y comportamientos locales se conoce poco, no sólo genera problemas ecológicos. “Además de valor ambiental, sabemos que los tiburones también tienen valor comercial, especialmente para muchos pescadores artesanales”, remarcó Irigoyen.

Explotación: ¿Cuáles son las causas detrás de esta abrupta caída de las poblaciones de tiburones?

“Básicamente pensamos que está relacionado con la sobrepesca. De hecho, muchos de los pescadores que entrevistamos para el estudio, recordaban que en la década del 80 y parte de los 90 hubo una fuerte sobreexplotación de estos recursos”, destacó el experto del Conicet.

Por otra parte, los condrictios –que además de tiburones incluye a las rayas y quimeras – son especies de crecimiento lento y muy baja tasa de reproducción, detalló Massa. Una hembra de escalandrún puede tardar hasta 20 años en alcanzar edad reproductiva, y desde ese momento tener un par de crías cada dos años”.

¿Cómo revertir este desastre ecológico en ciernes?

“Por medio de medidas de conservación que se establezcan usando procesos participativos y llegando a un consenso con los actores del sector pesquero. Es la única manera en que podemos tener éxito”, opinó Irigoyen. Y Massa agregó que hay varias medidas, como por ejemplo “ir actualizando las aéreas de vedas y concientizar a los pescadores sobre ciertas prácticas de pesca para volverla una actividad sustentable, por ejemplo haciendo la devolución al mar de ejemplares de cierto tamaño”.

“No hay registro de ataques mortales”

Según afirmó la doctora Ana Massa, del Inidep, el famoso clásico del cine que filmó Steven Spielberg en 1975, Tiburón, generó muchos prejuicios infundados en varias generaciones. “Pero realmente no está basada en datos reales sobre la etología de estos animales. En cambio otras películas más nuevas como Buscando a Nemo, reflejan mucho mejor lo que hoy sabemos de estas especies marinas”.

Un ejemplo típico de este desconocimiento sobre el riesgo asociado a la presencia de tiburones es que “en Argentina no tenemos registro de que haya habido ataques mortales. Sólo tenemos verificado un accidente de mordedura, ocurrido en la década del 50, que sucedió en la localidad de Miramar”. Y tanto Trobbiani como Irigoyen confirman que, tras miles de horas de bucear en zonas habitadas por estos animales “nunca tuvimos ningún ataque”. Lo cierto es que, según los investigadores, en la interacción entre humanos y escualos, “hoy quien corre verdadero riesgo de perder la vida, es el tiburón”.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias