Foto: gentileza de @norberlopez

No hay una localidad, ni una zona del casco urbano de La Plata, ni un sector en particular que haya sido afectado por los cortes de electricidad. En todos los barrios se registran quejas por la interrupción del servicio. Sólo basta con ver en las redes sociales, escuchar las quejas en las radios, o consultar a vecinos de distintos lugares para comprobar que otra vez Edelap muestra fallas serias y que el hastío de la población no resiste ningún calificativo suave. Bronca, reclamos, quejas, y gente protestando es la postal que se repite en toda la Región.

Donde se corta el suministro eléctrico se cierran al instante las ventanas de los comercios y las puertas de las dependencias oficiales. El hastío de la gente se trasladó desde temprano a la puertas de las oficinas comerciales de la empresa que castigó a toda la población durante el mes de febrero. Primero por el temporal, ahora por las altas temperaturas, y entre esos dos eventos climáticos porque, simplemente, es un desastre desde hace muchos años.

Para los próximos días anuncian más calor y las cuadrillas de la empresa asisten deficitariamente ante cada problema que se presenta.

Esta mañana vecinos de Parque Sicardi fueron a protestar a las oficinas de Edelap, y más gente se acercó para descargar su bronca y exigir que le restablezcan el servicio. Algunos decidieron permanecer en el lugar como forma de protesta. Y mientras, repetimos, en el Municipio, en la Provincia, y en el organismo de control, OCEBA, miran para otro lado. “Estamos a la buena de Dios”, rezaba el cartel de una vecina que gritaba harta y desesperada ante la mirada impávida del personal de seguridad.