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Información General | 14 may 2017

Por Julia Franceschini

Las Radios del Barro: 16 provincias se congregaron "para defender el derecho a la comunicación"

La autora es estudiante e la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP, e integrante de la Radio Escolar del Parque Pereyra Iraola


El 2, 3 y 4 de mayo en el pueblito jujeño de El Fuerte – Jujuy, metido en el pulmón de la selva de la yunga, se hizo el quinto encuentro de la Red de Radios Rurales y comunitarias. Convocado y organizado por la FM “Ecos de mi pueblo”, emisora de la localidad, las radios de 16 provincias del país, nos juntamos y organizamos para defender el derecho a la comunicación.

¿Qué se entiende socialmente por radio? ¿Qué son las radios? ¿Qué pasa hoy con las radios? ¿Cuántas radios existen en el país y qué alcance tienen? ¿Cuáles son los objetivos de las radios? No hay una sola respuesta a todas estas preguntas.

Podemos coincidir en que hoy las radios más escuchadas se encuentran en la capital federal, son esas mismas que construyen lo que algunas y algunos se animaron a llamar “cerco mediático” y que en su mayoría tienen fines comerciales. Ahora bien, hay otras que son distintas: no están solo en la capital, buscan romper ese inmenso cerco y sus fines son organizar a la comunidad. Son las radios comunitarias.

El conflicto entre unas radios y otras está en cómo se entiende a la comunicación: si es un monopolio concentrado de privilegios comerciales o si se trata de entenderla como un derecho humano de los pueblos. Esta última postura quedó impresa en la Ley de Servicio de Comunicación Audiovisual, 26522. Derecho que supimos conseguir.

La organización comunitaria en tiempos de individualismo, meritocracia y bajo el gobierno de un emperador, siempre vuelve a resistir. Esos aires se respiran y sobre todo en Jujuy. Libertad a Milagro Sala, plena implementación de la Ley de Agricultura Familiar, vigencia de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, financiamiento de los programas en políticas de comunicación impulsados por el ENACOM, repudio al 2×1 impuesto por la Suprema Corte de Justicia, entre tantas otras consignas que soplan vientos de lucha, fueron las conclusiones del quinto encuentro de la Red de Radios Rurales y comunitarias.
La Red agrupa a 42 radios de 16 provincias del país, todas ubicadas en zonas rurales. El espacio nace con las intenciones que su nombre indica, generar una red que permita articular y organizar a las radios comunitarias y rurales de Argentina.

Los encuentros se hacen una vez al año en las localidades dispuestas a organizarlo. El primero tuvo su apertura en Capital Federal en octubre del 2013, el segundo se realizó en Goya – Corrientes, el tercero en Cuchiyaco – Salta, el cuarto en Jachal San Juan y este último tuvo su lugar en El Fuerte – Jujuy. Los primeros tres se gestaron con una Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual vigente y en procesos de implementación.

Los últimos dos ocurrieron bajo un cambio de gobierno que, por decreto, fue una de las primeras leyes que modificó, interviniendo violentamente con las fuerzas de seguridad en el ente regulador encargado de aplicarla: la Autoridad de Servicios de Comunicación Audiovisual, conocida por su sigla AFSCA. Dicha intervención policial destituyó a Martín Sabbatella como presidente y generó un nuevo organismo regulador llamado Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM).

Este suceso alarmó a todos los medios, organismos, periodistas y militantes defensores del derecho a la comunicación, entre ellos esta red, los cuales se organizaron nuevamente en la Coalición por una Comunicación Democrática, para hacer frente a tan brusco avance por parte de un Estado que quiere volver a negar a la existencia de medios comunitarios, alternativos y populares en la Argentina.

Las emisoras que somos parte de la Red de Radios Rurales pertenecemos a organizaciones sociales, escuelas, cooperativas de trabajo, espacios de gestión cultural, movimientos campesinos, pequeños productores y productoras, clubes de barrio, mapuches, wichis y diaguitas. En fin, organizaciones y comunidades del territorio que buscamos hacer de la radio una herramienta de comunicación popular, la cual lucha por las y los que menos tienen, quiere organizarlas y organizarlos, potenciar su palabra y lograr que quieran tomarla. Radios que, derribando mitos, no buscamos darles voz a los sin voz, sino que queremos amplificar las voces que pocas y pocos quieren escuchar. Podemos decir que somos las radios del barro, desecho marginado del mundo capitalista, imperial y occidental.

Fuimos esas emisoras las que nos juntamos, discutimos líneas de acción, modos de organización, estrategias de comunicación, ideas, convicciones y realidades. Y lo hicimos en un contexto que vuelve a ignorarnos, a muchas otras reprimirlas y peor aún censurarlas. Frente a esto, en El Fuerte se respiró solidaridad y la cálida bienvenida de un pueblo olvidado por parte del unitarismo argentino, que nos enseñó a cada una y uno de quienes participamos, lo que significa la organización comunitaria.

En tiempos donde se busca instalar el miedo, proscribir identidades, destruir derechos conquistados y penetrar en el sentido común desde los discursos más misóginos, mezquinos y de farándula barata, hubo una comunicación que mostró querer generar otro sentido. Y seguir dando batalla, a lo que el mundo blanco, macho y occidental quiere instalar como única verdad posible.

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