En forma irregular, la escuela informó a fines de febrero un aumento que descolocó a todos. Sin cumplir la normativa que exige anticipar el valor antes de octubre del año anterior, las autoridades de la NEA aplicaron una suba que entre la cuota y el comedor promedia el 75%. Para la franja horaria de 8 a 12.30 horas la cuota mensual pasó de 2.900 a 4090 pesos, y el comedor subió de 1.200 a 3.120 pesos.

Disconformes con la medida, un grupo decidió judicializar el aumento. Ahora, el juez de Faltas Nº 2 de la Municipalidad de La Plata con competencia en defensa del consumidor ordenó suspender la suba y pidió que se retrotraiga la tarifa a los valores de noviembre de 2016. Además colectivizó el reclamo por lo que la medida rige para todos los alumnos de la escuela.

Sin embargo, la escuela en una agenda digital que utiliza para difundir comunicados publicó una misiva instando a los padres a desconocer el fallo judicial y pagar la cuota con aumento: “Apelamos a la buena fe de nuestras familias y en reconocimiento de la calidad del servicio brindado que quien de manera voluntaria acepte continuar abonando el arancel informado para el ciclo lectivo 2017 lo manifieste en la administración del establecimiento, evitando además así tener que hacer frente al pago de posibles retroactivos para el caso que prosperen nuestros planteos en sede judicial”.

En diálogo con Blanco sobre Negro la madre de una estudiante aseguró: “Los padres están en desacuerdo con el terrible aumento pero hay muchísimo miedo porque las autoridades dejan entrever que se juegan la matrícula de los chicos para el año que viene”.

En otro párrafo polémico, las autoridades de la NEA aseguraron estar “protegiendo el sistema educativo de gestión privada de aquellos que pretenden deteriorarlo como lo hicieron con la de gestión estatal”.

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