El martes a las 14 horas, Asael esperaba a sus amigos en la esquina de 8 y 50, en la esquina del McDonald´s, para ir juntos a la clase de educación física. En un momento sintió que alguien lo abrazaba de atrás y otra persona le agarraba el celular del bolsillo, después de forcejar el chico y uno de los ladrones terminaron en el suelo.

“Sentí que alguien me abrazó de atrás como si fuese un amigo y me inmovilizó un brazo, me intentaron sacar el celular yo me resistí y me tiraron al suelo. Le agarré una pierna al ladrón y me empezaron a pegar, lo mordí y se cayó.

“Me agarraron de atrás y me inmovilizaron el brazo izquierdo, mientras otra persona intentó sacarme el celular. Empecé a forcejear y me tiraron al suelo. Como un reflejo me agarré a una pierna del ladrón y me empezaron a pegar, yo lo mordí y se cayó al suelo”, relató el chico.

Los ladrones perdieron el celular y decidieron escapar. Asael, que en ningún momento perdió el conocimiento, perdía sangre en cantidad por la cabeza. Según los testigos, le pegaron con una llave inglesa y otros dicen que fue con una cadena. Por el ataque, la víctima sufrió una fisura de cráneo y dos heridas cortantes que en el Hospital de Niños cerraron con tres puntos de sutura. Recién este jueves a la mañana recibió el alta, aunque deberán seguir en observación.

Emanuel, el padre del joven, criticó la actitud de las personas que se quedaron mirando la situación: “Uno piensa que por miedo pueden no intervenir, pero es increíble que por morbo se queden y comiencen a filmar la situación para subirla a Facebook o a Instagram”.

“Cuando llegué había personas que seguían filmando y sacando fotos a mi hijo ensangrentado. Puedo entender el miedo pero no la falta de solidaridad, incluso del negocio de comidas porque esto pasó frente a donde venden helados y lo único que hicieron fue cerrar la ventana”, agregó.

Por su parte, Asael aseguró: “Me dijeron que estaba sangrando y cuando lo vi me caí al suelo. Había como 30 personas filmando pero nadie me ayudaba. Lo que más me duele es pensar que nadie hizo nada”.

“Había una multitud mirando y cuando terminó la golpiza se acercó una persona a darle el celular. Sólo agradezco a una chica que era paramédica y que se quedó controlando el estado de Asael mientras llegaba la ambulancia”, concluyó su padre.