jueves 28 de marzo de 2024 - Edición Nº -1940

Información General | 21 nov 2017

Dijo que la situación es "alarmante"

Aguer habló de la pobreza en La Plata y dijo que la gente “ya no pide ropa, sino comida”

El arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, habló de la pobreza en la región en el marco de la primera Jornada Mundial de los Pobres que instituyó el Papa Francisco. “Los sacerdotes de la periferia de La Plata señalan que la gente de esa zona ya no va a pedir ropa o zapatillas como lo hacían anteriormente, sino a pedir comida”, aseguró la máxima autoridad de la Iglesia platense que aclaró no le adjudica la culpa al actual gobierno.


El arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, destacó la iniciativa del papa Francisco de instituir la “Jornada Mundial de los Pobres” que se conmemoró por primera vez este domingo. El arzobispo aseguró que “la cuestión no es sólo hablar, sino que es pensar y luego definir qué hacemos ante este fenómeno”.

El religioso destacó que la Universidad Católica Argentina (UCA) brinda “estadísticas serías” y contó que “los sacerdotes de la periferia de La Plata señalan que la gente de esa zona ya no va a pedir ropa o zapatillas como lo hacían anteriormente, sino a pedir comida”.

“Esto es un signo de alarma”, advirtió y consideró que esto ocurre “principalmente porque no hay trabajo genuino”.

“No estoy adjudicando una culpa al actual gobierno; el actual gobierno está pagando los platos que se han roto en la última década. Dicen los expertos que en la última década se ha reemplazo la creación de trabajo genuino por los planes”, opinó Aguer.

El prelado también dijo que “otro rostro de la pobreza es la explotación” y que “a explotación más inhumana en la actualidad no es sólo la laboral sino que es explotación de las personas, es la trata de personas”.

Por otra parte, cuestionó “el destrato” que se da en general a esta problemática y consideró que “esa especie de situación de desprecio que muchas veces se instala en la sociedad argentina y que desprecia a los pobres por el hecho de ser pobres”.

“Ahí está la cuestión; para algunos el pobre es el inferior, el que no tiene cómo defenderse y puede ser dejado de lado. Entonces: la pobreza a superar, la mala, habría que decir, la indigencia, la miseria, no es sólo económica, sino social, educativa, cultural”, expresó Aguer.

“Nosotros tenemos que ayudar en lo posible a que los pobres salgan de esa situación y sobre todo si perduran situaciones de manifiesta injusticia que se pueden resolver a nivel individual, barrial, social”, señaló y agregó: “Pero hay otras formas de pobreza que son, podríamos decir, trascendentes; pienso en la ‘bienaventuranza de los pobres’ que nos dice ‘felices los pobres’ sin más porque pobre, en el sentido evangélico, es aquel que vive en las manos de Dios, que vive entregado a la Providencia de Dios”.

Monseñor Aguer opinó que la evangelización de los pobres es “lo que tratamos de hacer aquí en La Plata, consiste en que aquellos que son realmente pobres no solamente salgan de esa situación de pobreza la cual no depende, muchas veces, de nuestra falta de generosidad, sino que reciban la gracia de Jesús, la verdad de Jesús y entonces alcancen la bienaventuranza que el Señor dirige a los que son pobres”.

Y concluyó: “Los ricos, yo diría, que se las arreglen, porque para los ricos es mucho más difícil ser evangélicamente pobres. Aunque también ellos están llamados a vivir la bienaventuranza proclamada en el Evangelio. Están llamados a vivir en serio la caridad, que no es únicamente ‘limosna’, sino amor integral a los hermanos”.

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