jueves 25 de abril de 2024 - Edición Nº -1968

Información General | 13 oct 2018

Advierten que traerá graves consecuencias

El “modelo Nordelta” amenaza a la Región con barrios privados sobre el litoral del Río de La Plata

La construcción de barrios privados sobre planicies inundables es un negocio que permite obtener grandes ganancias. La punta de lanza fue el country Nordelta y rápidamente se expandió por toda la cuenca del Río Luján. Ahora, el mercado busca colonizar la zona sur del área metropolitana con grandes desarrollos entre la Autopista y el Río de La Plata. Los primeros proyectos se inician en Quilmes, Berazategui y Ensenada. Una especialista de la UNLP alertó a Info BLANCO SOBRE NEGRO que estas urbanizaciones traerán graves consecuencias ambientales y sociales por la destrucción de los ecosistemas y el agravamiento de las inundaciones.


Patricia Pintos es geógrafa e Investigadora del Centro de Investigaciones Geográficas (CIG) de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (UNLP). Por sus estudios sobre el desarrollo de urbanizaciones privadas en la cuenca del Río Luján se transformó en una de las principales especialistas sobre humedales del país.

“Este modelo ya existe en diferentes partes del mundo, la primera experiencia se dio en la península de La Florida, la zona de los Everglades. Llegó para diversificar la oferta de las urbanizaciones cerradas que se difundió en los ’90 y que fomentó a partir de construcciones rápidas el desplazamiento de los sectores más acomodados hacia las periferias. Con el tiempo fue cambiando de características y el mercado inmobiliario fue produciendo nuevas ofertas”, aseguró la especialista a Info BLANCO SOBRE NEGRO.

“Un nicho de este mercado se diferenció por ofrecer condiciones paisajísticas ligadas al agua, los humedales y la proximidad a ríos y arroyos. Ofrece visuales a un paisaje acuático que permiten un mayor diferencial en la renta del suelo. No sólo se busca diferenciar la oferta sino también maximizar el beneficio empresario”, explicó.

En Argentina, el primer desarrollo bajo este modelo fue el “Nordelta” en Tigre que se difundió como un gran éxito por lo que muchas otras empresas comenzaron a replicarlo en varios municipios de la zona norte del Conurbano como Escobar, Campana y Pilar.

“El Nordelta es una tragedia ambiental, son 1.600 hectáreas de humedales transformados y fue la punta de lanza de la transformación de más de 10 mil hectáreas sólo en la cuenca del Río Luján”, comentó Pintos y agregó: “El problema es que este modelo destruye las características naturales de estos ambientes. Lo mismo que los lleva a aproximarse es lo que los lleva a destruirlos porque estos suelos en sus características naturales serían imposibles de ser ocupados”.

Los humedales son toda superficie de terreno que presenta como característica el estar inundado de manera permanente o semipermanente. Casi un cuarto del país está ocupado por humedales y los hay de diferentes tipos.

“Se acondiciona el terreno para hacerlos habitables, eso significa arrasar con el humedal porque se lo rellena y se eleva la cota para que deje de ser inundable. El primer daño es que se eliminan ecosistemas extremadamente valiosos por sus características. Son áreas en los que se recargan de forma rápida los acuíferos subterráneos por los que nos aprovisionamos de agua, retienen el excedente hídrico de las inundaciones, mitigan los efectos de las sequías y generan microclimas con una biota particular”, alertó la geógrafa.

Según la especialista, el “modelo Nordelta” ya empezó a replicarse con emprendimientos en la zona sur del área metropolitana, sobre el litoral del Río de La Plata,¨ modificando los humedales costeros ubicados entre la Autopista y el río.

En Berazategui ya se están construyendo tres barrios privados. Además hay proyectos similares en Ensenada, impulsado por OCSA, y entre Avellaneda y Quilmes se pretende construir el country “Nueva Costa del Plata” de Techint. Los dos últimos desarrollos están frenados por la justicia.

“Para las empresas desarrolladoras que el terreno sea inundable es el principal atractivo. Los rellenan con material que sacan del propio humedal con una draga o palas de manera relativamente sencilla y forman lagunas artificiales que son parte de la propuesta urbanística. Ese material de préstamo lo usan para altear los terrenos, no hay entrada o salida de tierra de los predios. Además se hacen terraplenes en los perímetros para evitar que el agua ingrese desde el exterior y evitar inundaciones hacia adentro porque los alrededores también son inundables”, explicó la investigadora platense.

Y agregó: “En la cuenca del Río Luján hay barrios que antes no se inundaban y que ahora sí. La ciudad de Luján siempre se inundó pero desde que se construyeron esas urbanizaciones cerradas en la cuenca baja, el tiempo de la bajante de las inundaciones se ha prologando. Antes el agua se evacuaba rápidamente, ahora el excedente se queda por más tiempo y hay barrios que están inundados por días porque se entorpece el escurrimiento”.

“En la zona sur pasaría algo similar si se modifica la forma en que escurre el agua que va al Río de La Plata. Se forma como un tapón. Ya la Autopista actúa como una barrera porque no se trabajó con los recaudos hídricos que se hubieran necesitado. Si se empiezan a hacer esos emprendimientos primero se destruirán los humedales y además tendrá incidencia en el cambio del patrón de escurrimiento del agua. Los excedentes de que no puedan evacuarse al Río de La Plata se irán a las áreas urbanas”, alertó Pintos.

Sobre los permisos gubernamentales y las exigencias técnicas obligatorias para este tipo de emprendimientos inmobiliarios, la geógrafa señaló: “Las factibilidades técnicas se dan al interior del predio y no se estudia el impacto que la acumulación de emprendimientos. En Berazategui son tres las urbanizaciones que se están haciendo en estos momentos. El municipio actuó como parte interesada porque construyó la calle de acceso hasta la costa”, y relató: “Eso fue lo primero que llamó la atención de los vecinos, por qué la comuna asfaltó una calle hasta el río sin razón aparente. Luego aparecieron los carteles anunciando estos emprendimientos inmobiliarios”.

“Los municipios aparecen como co-constructores de esta lógica y son responsables. Lo positivo es que la sociedad ya empezó a tomar conciencia y se genera oposición ante cada proyecto porque tienen muy claro que esto agrava las inundaciones y también las sequías”, destacó la experta.

Sin embargo, en algunos lugares se han tomado medidas esperanzadoras como el caso de Campana donde se sancionó por unanimidad una ordenanza que prohíbe las construcciones en humedales y en Escobar donde se amplío el área protegido, aunque ya se había liquidado gran parte de los humedales a partir de una ordenanza sancionada en 2010.

“La punta de lanza fue el Río Luján, luego la ribera del Río de La Plata y ahora se está extendiendo a los alrededores. No es necesario que haya grandes ríos, sino también en arroyos, lagunas o simplemente humedales”, concluyó Pintos.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias