Alcanza con ir a cobrar un cheque a la Casa Matriz del Banco Provincia, ubicada en calle 7 entre 46 y 47. Tanto sobre el área de cajas a la que se ingresa por calle 6, como en el subsuelo al que se accede por calle 7, las colas son cada vez más tediosas. Pero lo peor para quienes pretendan depositar o cobrar un cheque, son las fechas anteriores o posteriores a algún día en los que no hay servicio, es decir, en los que el banco no abre sus puertas al público.

Y para los días que se avecinan, próximos a los feriados por las fiestas, y de ritmo febril, el panorama se presenta más que complicado.

El “Plan de Reducción de Cajas”

Fuimos a entrevistar a alguna autoridad del Banco. Nos atendió una empleada de planta que tiene responsabilidades en la zona del subsuelo que mencionamos. Detrás del mostrador que señala “Tesorería”, y sin autorización para brindarnos más respuestas que lo convenido pacientemente, mantuvimos la siguiente charla:

¿Por qué cada vez hay más colas para depositar o cobrar un cheque, pese a tantos avances tecnológicos y la incorporación de los cajeros automáticos?

El problema que estamos atravesando tiene que ver con un plan de reducción de cajas que emprendió la actual gestión. La idea que impulsan, de acuerdo a lo que nos explicaron, es ir reduciendo cada vez más la atención personalizada y que los clientes se vayan volcando hacia el uso de los cajeros automáticos

¿Y existen en La Plata cajeros para depositar cheques o dinero en efectivo, como tiene por ejemplo el Banco Nación durante las 24 horas, es decir, con acceso desde la calle?

No. Hay en algunas sucursales, como por ejemplo en la de 13 y 40, pero sólo se pueden usar en el horario de atención al público. Y generalmente no funcionan. El de la sucursal City Bell estuvo meses sin usarse, y creo que sigue igual. El Grupo (BAPRO) resolvió congelar la renovación de unidades, y los que hay son vetustos y generalmente quedan fuera de servicio.

¿Entonces cómo va a terminar la política que mencionás, es decir, “menos cajas y menos cajeros”?

Como está ocurriendo ahora. Con colas cada vez más largas y más quejas.

La entrevista terminó y pedimos saber cuántos empleados estaban atendiendo en ese momento en la zona de “Cajas”. “Varios”, respondió la mujer, y se retiró hacia ese sector, que no puede verse por los tabiques que dividen el sector en el que la gente hace sus interminables filas y el resto del personal.

Por si fuera poco el desinterés de las autoridades de la entidad por brindar una calidad de atención que esté, por lo menos, a medio nivel , pudimos comprobar que el personal que trabaja tras bambalinas evita el ritmo veloz. Tienen derecho, es cierto, pero el clima cansino y lleno de diálogos inter – pares atenta contra la celeridad para que mejore el servicio.

Y lo que irrita más a los usuarios que consultamos en la fila esta mañana, es la imposibiolidad de optar por otra institución bancaria. “Tengo que venir acá cada vez que me dan para cobrar algún cheque fiscal. El año pasado, entre Navidad y Año Nuevo, esto fue un loquero”, explicó una mujer que se presentó como “gestora”.

Y agregó: “El último día hábil no tenía un mango para organizar la nochebuena. Entré al mediodía y me fui a la tarde, estuve cinco horas en total. ¿A vos te parece? Era para cobrar dos mil pesos. Es muy indigno que atiendan así a la gente”, concluyó.