Diego Pasalacua se comunicó con Info BLANCO SOBRE NEGRO para señalar “la preocupación de los comerciantes que están sobre calle 7 entre 46 y 48”, según indicó.

El entrevistado expresó: “Los autos y micros circulan a una velocidad media de 40 kilómetros por hora, y ese regador de hierro anda a unos 10 ó 20 kilómetros. El resultado está cantado: se lo va a llevar puesto alguien y esto va a ser una tragedia”.

Además, asegura que comenzaron a juntar firmas para pedir al municipio que deje de circular la mole que riega la ramblita, y que fueron testigos de situaciones “dantescas”, según describió: “Un colectivero frenó el micro y les preguntó a los pobres trabajadores municipales por qué andaban tan lento. Ellos le explicaron que más rápido no pueden circular. Se metió más gente a opinar y un auto que pasaba golpeó a uno de los transeúntes que estaba en pleno debate. Fue una locura”, comentó.

Y al finalizar señaló: “No podemos creer que ni siquiera le hayan puesto una luz, como corresponde, en la parte trasera. Ni siquiera cuenta con un ojo de gato, es insólito, el municipio está violando el código de tránsito, que establece que cualquier vehículo que circule debe llevar esas señales precautorias”.

Por ahora, piensan presentar una nota por Mesa de Entradas de la MLP, y adelantaron que si sigue circulando la cisterna van a visitar a concejales “de todos los partidos para llevarles videos que muestran el peligro constante” que corren quienes circulan por esa zona céntrica.