“Nuestros comienzos fueron en el año 1995 con las ollas populares en la esquina de 15 y 81 donde se acercaban los vecinos a dar una mano y entre lo que poníamos un poco cada uno se hacia una buena comida y se repartía entre todos, nos organizábamos para sobrepasar la crisis que se vivía en esa época”, contó Lucas Acosta.

“La idea de construir una nueva cocina surgió tras la necesidad de mejorar las condiciones edilicias en la que funcionaba la cocina del comedor, para que los voluntarios que realizan la merienda y cena puedan hacerlo en un lugar digno, que brinde las condiciones necesarias de seguridad e higiene, ya que la ayuda alimentaria que se brinda para el grupo familiar completo es realizada con productos de calidad como lo que uno puede comprar para cocinar en su casa”, agregó el dirigente comunitario.

Luego relató que “desde el año 2003 en adelante se pudieron institucionalizar algunas cuestiones”, aunque aclaró: “No se pudo avanzar como se hubiera querido, pero estábamos mejor”.

Sobre el presente, Acosta expresó: “Hoy en día en tiempos de esta crisis social que se vive ha crecido la demanda de alimentos, vestimenta, calzados, y uno no puede dar respuestas con un Estado ausente”.

Consultado por el grupo que lleva adelante las acciones solidarias, el entrevistado precisó: “Esta labor se realiza entre los 12 miembros de la comisión directiva, y el grupo de cocina de 8 voluntarios, sumando a los que llevamos adelante la tarea de administración, organización de actividades sociales, capacitaciones, y demás proyectos que realiza la institución”.

“Ademas de la merienda y cena, en el comedor realizamos diferentes cursos de formación intelectual y laboral, como Acompañantes a victimas de violencia de genero y familiar, Cursos de RCP dictado por La Cruz Roja La Plata, Inserción Laboral con la Universidad del Este, cursos de serigrafia y de instalaciones sanitarias dictados por la Secretaria de extenciones de la UNLP, entre otros”, agregó.

También Acosta mencionó: “Algunas actividades que realizamos son financiadas por distintos programas sociales y proyectos que hemos presentado, pero la gran mayoría la financiamos con recursos propios que juntamos entre los miembros de la institución”.

En referencia a la situación social que atraviesa Altos de San Lorenzo, Lucas Acosta afirmó: “El barrio está, en términos generales, en total abandono por la actual gestión municipal, las calles intransitables, no hay luminarias, falta de trabajo genuino a los vecinos, y sobre todo ha crecido la precarización laboral, mano de obra barata, sin las condiciones dignas que debe gozar un trabajador”.

Y por último, con relación al año que comienza, el entrevistado contó: “Nuestro objetivo central para 2019 es terminar esta obra que venimos realizando. Queremos concluirla a fines de febrero o marzo, a más tardar, y poder poner en condiciones el hall central en el que realizamos las demás actividades”.

Finalmente, el referente de esa localidad expresó: “Desde ya, cualquier persona que quiera colaborar con la institución se puede poner en contacto a través de nuestro mai: [email protected] o por nuestras redes sociales. Aunque parezca mínima, cualquier tipo de ayuda nos sirve para seguir adelante con nuestra labor”.