jueves 18 de abril de 2024 - Edición Nº -1961

Información General | 17 feb 2019

En los videos: testimonio de la madre y de ve

Terminó todo mal tras la violación de un niño en La Plata, con escrache, balas y mucha indignación

Tal como anticipamos esta tarde, en Altos de San Lorenzo se estaba gestando una pueblada tras la violación de un chiquito de 9 años. Aunque la policía se apostó para proteger la vivienda donde se refugiaba la esposa del denunciado, los vecinos fueron a pintarle "violador" con aerosol. Hubo balas de goma, palazos, amenazas y lo de siempre: el estado ausente donde viven los más humildes. El relato del niño es desgarrador y muy preciso. Quedan muchos interrogantes abiertos. Lo habíamos anunciado más temprano y nadie lo intentó impedir.


Cerca de las 18 horas, cuando llegamos a la calle 30 entre 76 y 77, se podía notar que la violencia que anunciamos desde este portal tras llamados de vecinos y vecinas, se había consumado. En la cuadra (como se ve en los videos y las fotos que acompañan esta nota) había móviles policiales y en el asfalto se notaban los alambres y el tizne que queda cuando neumáticos de auto fueron usados para armar columnas de humo y fuego.

Los habían prendido los vecinos del lugar para reclamarle a la justicia y a la policía que la violación de un niño del barrio, muy humilde y querido por todos, no quedara impune.

Se veía claramente la camioneta del acusado destrozada por la reacción de la gente. En la puerta de la vivienda donde estaba refugiada la esposa del supuesto depravado había mucha policía. Y en un baldío ubicado a unos 20 metros, había muchos vecinos furiosos.

Lo primero que hicimos fue dialogar con el comisario Mario Aristiques, titular de la comisaría tercera de Los Hornos. Nos dijo que individuos habían querido ocupar la casa, que el denunciado es inocente, que entre los vecinos “hay algunos que son medio bravos”. Al oficial se lo notaba, además de muy amable, muy seguro de la honestidad de Guillermo, el hombre acusado por todos de haber violado salvajemente al pequeño. No publicamos el apellido del imputado simplemente porque nadie lo conoce. Ni siquiera la gente que vive en la cuadra.

“Solamente se sabe que tiene campos en Vieytes, que es un señor de buen pasar económico, pero nadie conoce bien su apellido”, nos dijo el vecino que vive al lado. Lo mismo relataron otros entrevistados. Lo único que se sabe en el barrio es que allí vive una pareja (el acusado y la mujer atrincherada) y que el señor Guillermo ofrece de tanto en tanto alguna bicicleta a los pibitos más pobres del lugar, o algún helado, o unas moneditas, según cuentan los chiquitos.

Ellos se juntan enfrente de lo del acusado para “patear la pelota” en un baldío bastante mejorado. El menor de 9 años que fue violado contó que el acusado lo llamó y le ofreció “unos pesos para comprarse caramelos”. Como ningún pibe suele decir que no cuando le ofrecen golosinas, el chiquito aceptó, y (todo de acuerdo al relato del niño ante la DDI) el hombre lo obligó a practicar sexo sin penetración, y más tarde lo sujetó y finalmente lo violó.

El niño llegó a la casa y contó todo. Los vecinos fueron a increpar al acusado, que negó haber cometido el delito que le imputan. Pero hay testigos que aseguran que vieron entrar al niño y que fue la esposa del supuesto depravado quien le abrió la puerta. Por eso esta tarde toda la furia se abalanzó sobre ella.

El matrimonio misterioso

Altos de San Lorenzo es un barrio de la capital bonaerense que fue creciendo desordenadamente hacia el sur de la ciudad. Allí vive más gente que en varias provincias argentinas. La mayoría son trabajadores de ingresos medios o bajos. Por eso llamó la atención a todos cuando Don Guillermo y su esposa se instalaron en la zona. Se presentaron como propietarios de campos en la localidad de Vieytes, algo que esta tarde todos los vecinos de la cuadra confirmaron a Info BLANCO SOBRE NEGRO.

El matrimonio llegó en silencio hace dos años. Eligió ese barrio y en todo este tiempo no estrechó lazos de confianza con nadie, según lo que pudimos averiguar. Por eso la clásica escena de dos bandos en algún lugar del conurbano que discuten sobre la culpabilidad o la inocencia de alguna persona acusada, esta tarde no se veía. El matrimonio, salvo por la policía, no tenía quién lo defendiera. O por lo menos es lo que pudimos ver en la recorrida por el lugar y recoger en las charlas con los vecinos. Raro.

Según el comisario que nos atendió, el hombre ahora está en lo de “familiares”, nos dijo amablemente. Pero nadie de la zona sabía que tenía “familiares” en La Plata,. No recibían visitas que alguien haya podido notar, según los testimonios.

El relato más triste y doloroso

La víctima (el chiquilín) llegó a su hogar y relató con pormenores cómo habían sido las cosas. Imposible que lo inventara porque el relato, al que info BLANCO SOBRE NEGRO accedió, es imposible de imaginar para cualquier criatura.

Además, en horas de la noche le realizaron las pericias de rigor, y aunque no hay un parte oficial, la madre asegura que el chiquito “estaba dañado” en la zona anal. Pero lo más elocuente en el relato del menor es la descripción del interior de la vivienda. La detalló perfectamente. Pero sobre todo es importante un dato que mencionó: “Tiene una camioneta roja”. No usa el matrimonio, casi, ese vehículo. Permanecía guardado adentro de la casa. Por eso la furia vecinal se descargó contra otro móvil, el de la esposa, que es el que aparece destruido en las fotos. Cuando charlamos con un vecino nos contó que es llamativo “lo impecable que tiene la camioneta roja Guillermo”. Coincide con el relato del chico. También coincide cómo está dividida la vivienda y dónde lo llevó, supuestamente, el acusado.

“Cuando andaba por acá le tiraba unos pesitos, pobre, anda descalzo a veces” mencionó otro vecino de la cuadra en referencia a la víctima. Por eso en el barrio están segurísimos de que, como ya había ocurrido, Don Guillermo, el hombre de campo que apareció en el barrio hace dos años y no conoce a nadie , le ofreció dinero al pibe. “A mí me prometió una bicicleta”, le dijo al cronista de este portal mientras caminaba por el barrio un niño que no pasaba los 5 ó 6 años. Es otro de los tantos pibes que se juntaban en la canchita frente a lo del acusado, como dijimos párrafos antes, a “patear la pelota un rato”.

Por último, vamos a cerrar la crónica de la violencia que se vivió esta tarde en Altos de San Lorenzo mencionando que:

- Hubo heridos por balas de goma. Hay vecinos que hablan de algunos proyectiles de plomo, pero no pudimos comprobarlo, ni tomar registro de algún impacto que hayan dejado los supuestos tiros.

- Nadie de la delegación comunal se hizo presente, ni tampoco de la fiscalía que estaba de turno cuando se radicó la denuncia el viernes a la noche, a cargo de María Eugenia de Lorenzo.

- El niño no recibió ningún tipo de contención psicológica, según contó la mamá. Tiene turno el lunes con una profesional que consiguió ella (ver video). Info BLANCO SOBRE NEGRO consultó a letrados muy avezados en casos como este, y nos explicaron, palabras más, palabras menos, que en ningún lugar de la provincia hay asistencia a los chiquitos abusados o violados hasta el momento en que se les realiza la cámara gessel. Terrible, horrible, inhumano: la justicia no le dispensa a los menores violados o abusados atención psicológica en las horas posteriores al violento episodio que les cambiará la vida para siempre. Así debe ser, con todo respeto por las naciones y los pueblos que la integran, la justicia de la África subsahariana.

Lo que viene

“O se van del barrio o esto termina mal”, aseguran los vecinos más díscolos y los más calmos también. El chiquito violado hizo una relato sobre la vivienda que compromete al acusado. Pero lo que contó, y que nos reservamos por razones de decoro y respeto por la dignidad de él es escalofriante. No se le podría haber ocurrido, sólo cabe en la imaginación de los adultos, y ni siquiera de todos.

Lo otro que debería analizarse es la forma en la que procedió la policía. “Puta” y otras agresiones verbales habrían sido proferidas a vecinas y vecinos que protestaban por la permanencia de la esposa del acusado en la vivienda (ver video).

No obstante, el tema central es la situación de la víctima, que no recibió ni siquiera la medicación que le indicaron a la madre porque en el Hospital de Niños le dijeron que no la tenían. Ni fue contenido por algún profesional de la salud mental.

Y por supuesto, sobre todo deberá dilucidarse si Don Guillermo, el misterioso vecino, cometió el aberrante acto del que se lo acusa. Y un interrogante se le ocurre también a este portal: ¿por qué si se veía venir una pueblada no se acercó ningún funcionario local o judicial a calmar los ánimos de la gente? ¿Los domingos son días de descanso obligatorios para los servidores públicos?

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