El miércoles pasado la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, desde Tecnópolis dirigió a los presentes un discurso contundente, no sólo por el tenor del mismo, sino también porque era el primero después de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del domingo 11 de julio: “No quiero hablar con el banco de suplentes; quiero convocar a un debate en serio, pero con los titulares”.

A contra reloj, la Secretaría de la Presidencia a cargo de Oscar Parrilli, decidió invitar para mañana a Río Gallegos, en el contexto de la adjudicación de obras para la construcción de dos represas, a distintos sectores de la sociedad como empresarios, sindicalistas y banqueros.

Jorge Brito, titular del Banco Macro y de la Asociación de Bancos de la Argentina (ADEBA), nombrado por la Presidenta en su discurso en Tecnópolis; Héctor Méndez, presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA); Antonio Caló, Secretario General de la CGT y Hugo Yasky, dirigente de la CTA, son algunos de los que se reunirán con la presidenta Cristina Kirchner para debatir reformas al proyecto económico y político.

Del encuentro que se concretará mañana en el Arzobispado de Río Gallegos, concurrirán por primera vez representantes de las pequeñas y medianas empresas y estarán ausentes integrantes de la Mesa de Enlace así como también del sindicalismo moyanista.

Los temas que se tratarán, sin lugar a dudas, será devaluación; aumento de la rentabilidad; competitividad; libertad de importación de insumos y subsidios.
La agenda dispuesta por la Presidenta se inscribe, según los kirchneristas, en el delineamiento de un proyecto de país en el que participen todas las partes: Estado, empresarios y representantes gremiales. Mañana sin lugar a dudas será un primer paso, pero no por ello menor, para corregir algunos errores que se hayan cometido en los últimos tiempos.