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Información General | 11 may 2019

Entrevista

En el CONICET se debaten entre "ir a la tele, armar una rifa o lucrar con ciptomonedas" para "pichulearla"

En una charla con este portal, Paula Bergero -investigadora del CONICET que desarrolla su trabajo en el Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (INIFTA)- contó cómo repercutió entre algunos científicos platenses la participación de la bióloga Marina Simiam en "Quién quiere ser millonario?".


Paula Bergero trabaja en el INIFTA, un instituto ubicado al lado de la Facultad de Periodismo de La Plata, en Diagonal 113 y 64.

Luego del programa en el que Santiago Del Moro entrevistó a una bióloga que confesó que competía para “seguir trabajando”, en tono de broma Bergero contó a Info BLANCO SOBRE NEGRO que junto a sus compañeros pensó si tenían “que usar clúster de computadoras del centro de cálculos del instituto para minar criptomonedas”. Y que también mencionaron otras soluciones por la falta de presupuesto: “Un cuerpo de baile para ir a lo de (Marcelo) Tinelli o hacer una rifa, por ejemplo”.

Más allá de las bromas, la investigadora del CONICET contó a este portal que “en el INIFTA hay líneas de investigación que ya fueron afectadas por falta de presupuesto”, y explicó: “Algunos profesionales de mucha capacidad están decidiendo jubilarse porque ya tienen la edad necesaria, y prefieren hacerlo ahora antes de que les toque una situación menos favorable”. Es decir “apuran su jubilación para irse en mejores condiciones”, precisó la entrevistada.

Luego mencionó que “por esa razón se están perdiendo muchos investigadores muy formados, que todavía tienen mucho para aportar, porque es tradición quedarse varios años más después de llegar a la edad necesaria para jubilarse”. Para peor, contó Bergero, “en general son los jefes de los grupos” .

Una estrategia que fueron desarrollando a medida que avanzaba el ajuste en el sector, dado que muchos insumos se pagan a precio dólar, fue adelantar algunas compras. “También hay grupos de investigación que reorientan su trabajo hacia otras líneas que no requieran de insumos caros”, precisó la entrevistada.

En este contexto, “el sueño de muchos es poder aguantar hasta que la gestión cambie, o mejore la asignación presupuestaria que tiene el área”, explicó la licenciada en Física que charló con este medio.

“Aparece la esperanza de que cambie la gestión, y que la nueva que venga no tenga una mirada despectiva y desvalorizadora respecto de la ciencia y la técnica, porque realmente este gobierno ya dijo que no la aprecia, que no es una prioridad para ellos , y que no hay más respuestas favorables que esperar”, explicó.

Sobre el metamorfósico Lino Barañao, Paula Bergero contó que en su ámbito de trabajo predomina la idea de que “es una persona que se engolosinó con el poder”, y que le interesa “estar en un lugar de toma de decisiones más allá de quién gobierne”, y agregó: “Nos sentimos profundamente defraudados como científicos”.

En lo cotidiano, Paula intenta hacer frente al recorte presupuestario con algunos paliativos, aunque no alcance sólo con voluntad para revertir tantas carencias. “Estoy imprimiendo las hojas con letras minúsculas y en las dos carillas, para que dure un poco más el papel y el toner. Tengo una sola computadora que compraron hace muchos años, y la estoy cuidando porque si se rompe va a ser imposible reemplazarla”, nos explicó.

También mencionó otros problemas que afectan su línea de investigación: “Tengo interés en hacer colaboraciones con investigadores europeos pero no tengo plata para ir a ningún congreso ni a ningún evento, ni siquiera para participar de alguno en nuestro país”.

“Los investigadores jóvenes todo el tiempo están preguntando si a alguien le sobra algo de determinada sustancia para compartir. La sensación es que está todo atado con alambre”, concluyó la científica platense que hasta no hace mucho podía desarrollar normalmente sus tareas como investigadora, y ahora cierra la entrevista con un pronóstico alarmante: “La gran mayoría del plantel del CONICET la está ‘pichuleando’, se la está bancando como puede. La crisis grande va a ser de acá a fin de año, cuando se acabe todo el stock que tienen los grupos y los equipos que se rompan dejen de funcionar por falta de recursos. En estas condiciones ya no se pueden reparar”.

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