En cualquier otro ámbito que no se el médico, se mencionan como sinónimos los significantes emergencia y urgencia. Sin embargo, en el campo galeno la urgencia se refiere a las situaciones donde se requiere atención inmediata, mientras en que la emergencia la atención rápida es primordial porque se evidencia una situación de peligro para la vida del paciente. En una situación se puede esperar, y en la otra hay peligro de muerte.

Por analogía, podemos afirmar que los almaceneros barriales en todo el país están en una situación de emergencia; no pueden esperar más. Los tarifazos, la caída en las ventas, el desempleo, la inflación y el aumento de los costos impositivos han jalonado una etapa caracterizada por la sobrevivencia de los más fuertes, y el cierre de los más vulnerables.

En Azul, los almaceneros autoconvocados, que surgieron hace meses para oponerse a la llegada de nuevos competidores chinos, ahora batallan para que el municipio conducido por el oficialista Hernán Bertellys les otorgue beneficios que les permita seguir en la actividad.

“El día que pagamos los servicios no podemos abonar ninguna otra cosa. Hoy la factura eléctrica es más cara que el alquiler”, declara a Info BLANCO SOBRE NEGRO Claudio Tiso (52), titular del Centro de Almaceneros de Azul, propietario desde hace 19 años de un comercio familiar.

¿Qué pasó con la emergencia tarifaria que se trató en el Concejo Deliberante?
La Emergencia Tarifaria fue propuesta por los concejales de Unidad Ciudadana y del GEN, pero fue rechazada por los ediles de Cambiemos, que son mayoría en el Concejo Deliberante. Está claro que el intendente de Azul, en un año electoral, no quiere que en su distrito esté declarada la emergencia tarifaria; eso está mal visto por la Gobernadora, y la afectaría en las elecciones.

¿Cuál es la situación de los comerciantes que usted representa?

Estamos en una situación casi catastrófica, dado que creemos que va a empeorar la situación en los próximos meses. El municipio podría cobrarles más a las canteras locales y reducir nuestras contribuciones. Le hemos sugerido, también, de parte del centro empresario cobrar con débito, aumentar la cobrabilidad y realizar un descuento del 20 por ciento. Pero notamos una falta de voluntad política del municipio.

(NdR: De acuerdo con los almaceneros, el municipio recauda anualmente $34 millones por los aportes de los comerciantes, y tan sólo un millón de pesos por los dueños de las canteras).

El caso de Carlos Casares y Olavarría

Hace pocos días, la Cámara de Comercio de Carlos Casares le solicitó al intendente municipal, Walter Torchio, que considerara la suspensión del cobro de la tasa de Seguridad e Higiene o, en su defecto, la disminución, dado que los comercios estaban en una situación crítica, producto de los tarifazos, la competencia con la comercialización por internet, la falta de liquidez, y el aumento de los costos.

El año pasado el gobierno casarense había adoptado la misma política de ayudar a las alicaídas finanzas de los comerciantes reduciéndoles la tasa de Seguridad e Higiene.

Este año, el Jefe Comunal Walter Torchio, que busca alcanzar su tercer período consecutivo al mando del municipio del noroeste bonaerense, decidió enviar al Concejo Deliberante un proyecto que contempla la reducción del 50 por ciento en la mencionada tasa para el 75 por ciento de los contribuyentes, mientras que el 25 restante se beneficiará con una disminución menor.

“El municipio de Azul podría reducir la tasa de Seguridad e Higiene como hicieron otros para ayudarnos, pero no le interesa. Olavarría, por ejemplo, también, bajó la tasa en un 50 por ciento en el período comprendido entre mayo y diciembre. No cambia la vida de los comerciantes, pero es un gesto”, declaró a Info BLANCO SOBRE NEGRO Claudio Tiso.

El titular de los almaceneros de Azul, que tiene 154 socios, consideró que los “Supermiercoles de descuentos del Banco Provincia, también, los está perjudicando: “Ese día, la gente se agolpa en los supermercados adheridos y el resto miramos desde afuera. Nuestra Federación está viendo si nosotros podemos lograr algo similar”.

Tiso, que no ve en el corto plazo una salida esperanzadora, aclara: “Estamos en una situación casi catastrófica, dado que creemos que va a empeorar la situación. Notamos una falta de voluntad política del municipio para ayudar a los comerciantes”.