Más tarde se manifestaron frente a la Casa de Gobierno y la Legislatura bonaerense, donde fueron recibidos por el diputado provincial Miguel Ángel Funes, en representación del bloque Unidad Ciudadana.

El conflicto con los trabajadores del sector arrancó a principio de año con un reclamo de aumento salarial, y se profundizó cuando la Gobernadora María Eugenia Vidal sorprendió con un decreto que ordena cerrar de forma definitiva a partir del 1 de junio las salas de juego que la provincia posee en la localidad de Necochea y Mar de Ajó.

El inminente cierre de esos casinos puso a los trabajadores en estado de alerta y movilización, y amenazan con un paro por tiempo indeterminado en todas las salas de juego de la provincia.

La Asociación de Empleados de Casinos informó que la medida afectará por lo menos a 150 trabajadores, que podrían quedar en la calle o ser reubicados en otros distritos. “Esa medida en la mayoría de los casos termina forzándolos a renunciar”, señaló Roberto “Chucho” Páez, Secretario General de ese gremio.

Por su parte, Roberto Baradel, secretario General de la CTA de los Trabajadores, que participó de la movilización, anticipó que pedirá “una entrevista urgente con la Gobernadora Vidal” para pedirle “que no cierre fuentes de trabajo”.

En tanto, Rafael de Apellaniz, director provincial de Hipódromos y Casinos, que recibió a los trabajadores y dirigentes sindicales expresó su preocupación por el conflicto y señaló que trasladará las inquietudes al presidente de la institución, Matías Lanuse.

La preocupación de trabajadores del juego comenzó hace más de un año cuando el gobierno de Vidal inclinó la balanza a favor de los sistemas de apuestas online, lo que para algunos “convierte a cada celular en un casino”, y pone en riesgo miles de puestos de trabajo. Por ese motivo los “casineros” de toda la provincia podrían definir un paro para los próximos días