El 15 de agosto “Pinny” tuvo su estreno absoluto en La Plata. Se trata de una aplicación que permite a cocineros aficionados vender los platos que elaboran en su casa y que busca cautivar a clientes “amantes de la comida casera”. Su estreno ya genera controversias y críticas por parte de los empresarios gastronómicos.

En diálogo con Info BLANCO SOBRE NEGRO, el presidente de la Cámara de Empresarios Gastronómicos de La Plata (PULPA), Carlos Leuzi, señaló: “No estamos en contra de la competencia pero acá hay una cuestión de sanidad pública. No existe ningún control sobre la gente que ofrece su comida por esta aplicación. Quién garantiza que no usen materia prima vencida y lo peor es que no hay responsables”.

“Si intoxican a alguien quién va a ser el responsable porque la app se hace cargo de nada. Los comercios debemos contar con un seguro civil para este tipo de casos”, expresó Leuzi.

Y agregó: “Es una locura, los comercios habilitados tenemos que presentar todos los meses certificados de control de plagas, nos hacen inspecciones bromatología y debemos cumplir con muchas otras exigencias”.

El titular de PULPA adelantó a este portal que la semana se reunirá con los abogados de la cámara para realizar una presentación ante la justicia. “Lo tenemos decidido. Este tipo de aplicaciones no funcionó en ningún país serio del mundo”.

Días antes de su lanzamiento, Info BLANCO SOBRE NEGRO entrevistó a Martín Pérez (Nota anterior),* CEO y fundador de “Pinny”. Consultado sobre el aspecto legal y el control de la salubridad de los alimentos, respondió: “En La Plata hay una ordenanza que regula a las Pequeñas Unidades Productivas Alimenticias (PUPA). Todos los chefs deberán cumplir con todas las cuestiones sanitarias y las impositivas, todas las ventas serán en blanco”.

La ordenanza 11.284 fue aprobada por el Concejo Deliberante local en junio del 2015. La misma habilita a las personas que cocinan alimentos en sus hogares a inscribirse en un registro y así poder comercializar sus productos formalmente, aunque con algunos límites.

Como contrapartida, los obliga a inscribirse como monotributistas, realizar el curso de manipulación de alimentos y contar con una cocina que cumpla ciertos requisitos mínimos.

Sin embargo, “Pinny” no exige a sus cocineros que estén registrados como una PUPA y sostiene que este tipo de controles son exclusiva responsabilidad del municipio. “Hay que ver qué pasa con esa ordenanza y si el municipio la hace cumplir. Si estos vendedores están habilitados y pagan los impuestos no habrá ningún problema”, señaló Leuzi.

La invitación a chefs que promociona la app expresa: “Cociná sin las presiones de los locales de comida, los platos que más disfrutes preparándolos y solo cuando tengas el tiempo de hacerlo con dedicación. Ponele el precio y véndelo a través de nuestra plataforma. Hacelo desde la cocina de tu casa y nosotros nos encargamos de ofrecerlo”.

Y agrega: “La cocina tiene que ser un espacio que refleje prolijidad, higiene y orden, tenés que ser un ejemplo. En tu perfil vas a tener que mostrar fotos de tu cocina. Dale confianza a quien quiera probar tu comida”.