

La propuesta de la ex concejala Marcela Farroni fue aprobada por unanimidad este miércoles. Los caniles serán zonas sanitarias específicamente reservadas para mascotas que tendrán superficie de tierra para favorecer la limpieza y evitar filtraciones.
Asimismo, se colocarán máquinas expendedoras de bolsas de residuos junto a los caniles para que los dueños de perros puedan recoger los excrementos de sus animales.
En los fundamentos, el proyecto explica que la medida tiene el doble objetivo de mantener libre de deposiciones los espacios públicos y reducir los casos de mordeduras o ataques de perros.
En principio, se planea llevar a cabo un programa piloto durante dos años en aquellas plazas del casco urbano con mayor concurrencia de mascotas. En caso de obtener buenos resultados se colocarían los caniles en cada plaza y espacio público de la ciudad.
Ahora, el Ejecutivo local deberá definir la manera en que se instalarán los cercos como también realizar un relevamiento para determinar cuáles serán las plazas del casco urbano con mayor concurrencia de perros.