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Información General | 21 sep 2019

Opinión

Una foto, un recuerdo y una historia

Por Pedro Nicolás Domínguez


Cada 21 de septiembre se festeja el Día del Fotógrafo. En nuestro país se optó por recordar la fecha en la que fue traída esa técnica desde Europa y aplicada en Latinoamérica por primera vez.

El daguerrotipo lleva ese nombre por quien fue su inventor, el francés Louis Daguerre. llevó a cabo el primer procedimiento fotográfico, donde la imagen a ser fotografiada era impresa en una superficie plateada pulida como un espejo, con el empleo de vapores de yodo y aleaciones de mercurio y plata.

Ese novedoso invento dejó atónitos a los franceses, que lo vieron por primera vez en 1839, ya que hasta ese entonces la única manera de retratar una imagen era a través de la pintura.

La novedad del daguerrotipo hizo que su fama se extendiera por todo el mundo. Tres meses después de su presentación llegaría a Brasil, más precisamente a la ciudad de Bahía, de la mano del joven Louis Compte, que llevaba consigo una máquina de daguerrotipo con el fin de retratar los imponentes paisajes de América. Recién en 1843 se introdujo en Buenos Aires, y fueron John Elliot y John Bennet los primeros que abrieron una galería de daguerrotipos.

En Argentina la historia queda reflejada en cada persona, periodista y fotógrafo que, con un flash, deja un recuerdo en el correr de los años. Por ello, distintos fotógrafos explican que “hay un momento exacto y hay que estar en ese lugar, para poder retratarlo”, para dejar esa huella en la retina de los lectores.

Entre los fotógrafos locales que han dejado marcas en los lugar donde estuvieron podemos mencionar a Diego Colombo, que trabaja desde hace 30 años en el Ministerio de Educación. Él comenzó a circular en esta profesión en 1994, tras haber visto a su padre desde el año 1970.

En aquel momento entró a esa función gracias a su padre: "Había una vacante y empecé a trabajar en fotografía con Reinaldo Gómez y desde el 94 hasta la actualidad hago la parte de fotografía”, cuenta.

Luego Colombo recuerda: “Terminando la década del 90 empieza un poco a usarse el negativo en color, el inconveniente es que no podía copiarse antes en blanco y negro. Lo que teníamos era un escáner de negativo en colores y fue el proceso donde comienza la cámara digital, con poca resolución y poca capacidad de memoria. Después, en el 2000, empieza el auge tecnológico. Siempre se la rebusca el fotógrafo, siempre buscando un camino en distintas áreas. El trabajo en instituciones es un fotoperiodismo, que está más atado, en el caso nuestro, a la realidad política”.

La fotografía es un invento muy importante ya que sin ella no existirían millones de registros que tenemos hoy o descubrimientos importantes, como el cine, por ejemplo.

La fotografía es el registro de un momento exacto, al mismo tiempo que expresa sentimientos, emociones y el contexto del lugar y tiempo en que fue tomada. A partir de ella se diferencian varias ramas como por ejemplo la del Fotoperiodismo y es la que más se relaciona con nuestra unidad académica y tiene otra fecha de conmemoración.

El Fotoperiodismo hace de la comunicación social, uso y difusión de la imagen como herramienta para la denuncia, la protesta y la investigación de contenidos políticos y socio culturales en distintos tipos de medios.

En estos momentos de apogeo, el periodismo y la fotografía iban de la mano, como bien señala Andrés Cantarini, más conocido como el “Chino”, que es actualmente fotógrafo de Ayacucho y estuvo circulando por ambos oficios al mismo tiempo. “Al momento de empezar a estudiar y entender que era todo un rollo sacar la foto y ver revelar tu propio laburo, sentí que se trataba de algo mágico, y que lo que hacés con la fotografía es darle tu perspectiva de la realidad a las cosas”.

Actualmente los fotógrafos realizan un papel que es protagónico en el mundo del periodismo. Llevan las imágenes de los últimos acontecimientos y muchas veces ponen en riesgo su vida por captar “el momento”.

“Los fotógrafos institucionales, por ejemplo, abastecemos a los medios de comunicación de las imágenes de todo lo que es el área laboral. En la municipalidad, cubrimos todo lo que ocurre con las actividades municipales y a parte, el fotógrafo institucional busca la foto adecuada con el recorte adecuado, para poder dejar bien en claro de que se habla y que queremos transmitir”, explicó "El Chino”.

Con el correr de los años, la fotografía se amoldó a las diversas etapas del país y, con su apodo “Oso” supo aguantar en el Ministerio de Salud y vio, por sus propios ojos, el ascenso de cada uno de los ministros desde la dictadura militar hasta la actualidad.

“Íbamos al acto, hacíamos la foto, veníamos al ministerio, revelábamos la película luego las fotos con la luz roja. Previamente hacíamos la muestra para ver las fotos y elegíamos cuales iban. Hacíamos la foto con gacetilla y recorríamos todos los medios para dejarlas en las celdas de periodistas de gobernación”, rememora.

Ese trabajo de ir y venir tenía una “impronta” y “dinámica” que fue cambiando con el correr de los años, pero, “El Oso” resalta que “es un arte”, y agrega: "Lo más lindo de todo es ver a mi hija estudiando lo que yo ejerzo, y le digo que lo más lindo es y será revelar la foto”.

Actualmente, además de encontrarse en el Ministerio, presenta muestras en el cementerio de La Plata (74 y 131) donde se exhiben imágenes de la Noche de los Museos y los Días de los Monumentos.

Santiago Gutiérrez, por su parte, se encuentra trabajando en la Gobernación de la provincia de Buenos Aires y resalta que “es un trabajo con un nuevo desafío todos los días, se conocen lugares nuevos, gente nueva y te relacionas con gente de todo tipo y clase. En la fotografía la satisfacción que se encuentra, es el trabajo bien realizado, en el cual los medios de comunicación terminan publicando una nota tuya desde tu mirada”.

Con el surgimiento de las cámaras digitales y sobre todo con la popularización de la fotografía a través de los teléfonos móviles, cualquier persona puede ser testigo de un instante, captarlo y trasladarlo a los demás a través de una foto.

Desde luego, la fotografía ha cambiado mucho con las nuevas tecnologías, pero el trasfondo permanece invariable. Tiene el poder de contar historias, inspirar al espectador y lo que es más importante, el poder de cambiar el mundo.

Es “un trabajo y una nueva experiencia cada día”, describió Santiago Gutiérrez, quien agregó que “se viaja mucho y se conoce realidades diferentes” en la profesión.

En el Día Mundial de la Fotografía, especialistas y aficionados de todo el mundo manifiestan el amor por su profesión, pero también personas que no se dedican laboralmente dan muestras de su pasión por esta disciplina que refleja la realidad de una forma muy personal.

Porque ser fotógrafo no significa solo tener una cámara y disparar, sino contar una historia, captar un instante irrepetible y trasladarlo al espectador de una forma muy personal.

Por último y, como dato no menor, a través de la Asociación de Fotógrafos Internacionales de la Provincia de Buenos Aires AFIBA se realizó una cena en conmemoración a su día festivo, para distenderse y tener un encuentro para dialogar y festejar su profesión.

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