En la reunión los libreros remarcaron la fuerte caída que hubo en las ventas durante los últimos años, y celebraron la reunión: “Es la primera vez que nos invitan a discutir con todos los actores involucrados en el libro”, explicaron.

Por su parte, referentes de Malisia, una de las editoriales independientes de la ciudad, manifestaron que en la actualidad no mantienen ningún tipo de diálogo con el municipio, ni existen programas que trabajen con la impresión de libros y, entre otras cosas, permitan fomentar la producción local.

Saintout destacó que esa situación no puede ser pensada como ajena a la que se vive en el país, y aseguró que “la destrucción de la cultura del libro, es también la destrucción de la política”.

“Que estemos a punto de gobernar desde diciembre no ha sido porque sí, sino que ha sido justamente porque hemos sostenido y resistido”, agregó.

En relación al proyecto de crear el Instituto Nacional del Libro, el diputado nacional Daniel Filmus, impulsor del proyecto, comentó que apunta a fomentar “la producción, distribución y el acceso federal a los libros”. Y señaló que así como existen institutos para el cine, el teatro y la música “es de vital importancia contar con una entidad encargada de la producción del libro”.

“Es imposible pensar una democracia sin libros”, agregó Filmus y se manifestó a favor de generar políticas de incentivo de la lectura.