martes 23 de abril de 2024 - Edición Nº -1966

Información General | 26 ene 2020

Las líneas 214 y 202 funcionan poco y mal

En Berisso sufren el servicio del transporte público de pasajeros, y el calor convierte cada viaje en un calvario

Las quejas subieron de tono a medida que avanzó el verano. Las demoras y la calidad del servicio son blancos de fuertes críticas.


Para cualquier vecino o vecina de la región, viajar desde Berisso a La Plata (o en el sentido contrario) se convirtió en una odisea. Además, el precio del boleto ya no es excusa para que la empresa justifique el servicio que brinda. Antes los usuarios se consolaban cuando miraban que el precio de cada viaje costaba algunas monedas. Ahora gastan parte de sus salarios para viajar lento y con altísimas temperaturas.

Pero el tiempo que esperan en las paradas de colectivos alarga la travesía. “Viajar me quita parte de cada día. Utilizo la 214 para ir y volver al trabajo desde el lunes hasta los sábados. Hace cuatro años, cuando empecé, demoraba en hacer el trayecto la mitad del tiempo que pierdo ahora”, escribió al whatsapp de Info BLANCO SOBRE NEGRO María Eugenia Ferraressi, vecina del barrio San Carlos.

En las garitas que están ubicadas sobre calle 7 la gente mira a cada rato su reloj, y las unidades de la 214 no aparecen. Dialogamos en 7 entre 45 y 46 con Franco Guerra, un joven que nos comentó: “Hace unos 20 minutos que estoy esperando el 202, cuando lo habitual es que en diez minutos pase algún colectivo”. Y agregó: “Después me quedan por viajar unos 45 minutos más. Con la línea 214 pasa algo igual”.

Como se puede apreciar, el disgusto no parece transformarse en resignación. La gente escribe a este y a otros medios para denunciar la situación que sufren cotidianamente.

Para colmo, la empresa que controla ambas líneas publicó este aviso, que tuvo comentarios negativos en las redes sociales:

“Son de terror, cobran por un pésimo servicio y le piden a la gente que no viaje”, escribió Claudio Samalea.

Como publicamos con motivo de las quejas sobre el servicio de la línea 273, en diálogo con Info BLANCO SOBRE NEGRO, el ingeniero y especialista Javier Gómez Alcorta explicó que “algunas empresas aprovechan el mes de enero para licenciar a la mayoría del personal, pero lo hacen violando disposiciones vigentes en relación a este tema”.

El entrevistado señaló que “no es normal que la gente se queje, o no debería serlo”, y aclaró: “Lo que ocurre es que año tras año se busca maximizar la rentabilidad que brindan algunos servicios sin tener en cuenta dos temas”.

“Por un lado, el derecho que tienen los usuarios de recibir un servicio acorde con el valor del boleto que pagan. Y por el otro, hay una serie de regulaciones que las empresas deben acatar y que son una respuesta que dio el Estado para adaptar la normativa a los nuevos usos y costumbres”, agregó.

“La gente ya no se toma una mes de vacaciones. En los años 80 y 90 durante enero y febrero la carga de pasajeros se ubicaba en un 50 por ciento por debajo que el resto del año. Pero casi no existen vecinos que veraneen tanto, entonces la ciudad tiene un ritmo no tan desigual entre el verano y el resto del año”, concluyó el especialista.

“Lo correcto, como mucho, sería que las frecuencias se redujeran un 15 por ciento en esta época”, aseguró Gómez Alcorta.

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