viernes 29 de marzo de 2024 - Edición Nº -1941

Información General | 7 feb 2020

Grave denuncia

El drama de un veterinario detenido en una comisaría tras un brote psicótico: la obsesión por el garrote

El médico-veterinario colombiano Cristian Mauricio Moreno Garzón llegó al país el año pasado para realizar un posgrado en la UNLP. En diciembre fue aprehendido por la policía bonaerense tras sufrir un cuadro psicótico y en lugar de ser trasladado a un Hospital fue alojado en una comisaría.




(CPM) Un día después, en ese estado, fue llevado ante la fiscal María Cecilia Corfield, titular de la UFIyJ Nº 15 de La Plata quien le tomó declaración indagatoria sin la presencia de un abogado defensor y consignando que se negaba a declarar. Luego fue llevado al Hospital Alejandro Korn donde los profesionales constataron el «episodio psicótico” y agregaron que presentaba “discurso y conducta desorganizada”. A partir de allí transitó por diferentes lugares de encierro. Finalmente la justicia ordenó su alojamiento en la Unidad Penal Psiquiátrica 34 donde fue brutalmente golpeado. Actualmente, está internado en el hospital Alejandro Korn y presenta un grave estado de salud irreversible. El caso pone en evidencia las graves violaciones de derechos humanos cometidas por la justicia provincial y la policía bonaerense que incumplen la ley nacional de salud mental. La CPM se encuentra interviniendo y acompañando a su familia.



Cristian Mauricio Moreno Garzón (27) está internado en el Hospital Alejandro Korn de Melchor Romero, con un grave estado de salud producto de una brutal golpiza recibida semanas atrás cuando permanecía alojado en la Unidad Penal Psiquiátrica 34. La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) tomó conocimiento del caso y, desde los primeros días de enero, está realizando diferentes intervenciones y acompañando a sus familiares.

El joven colombiano se instaló en Argentina durante 2019 con el objetivo de realizar estudios de posgrado en la Facultad de Veterinaria de la Universidad Nacional de La Plata y se inscribió en Clínica de cirugía equina. A mediados de diciembre, Moreno Garzón fue aprehendido por personal policial tras manifestar un cuadro psicótico. Pese al evidente estado de descompensación que sufría, los agentes policiales lo trasladaron de inmediato de la comisaría 2º de La Plata, en lugar de requerir la intervención de los dispositivos de emergencia en salud.

Fue llevado al día siguiente ante la Fiscal María Cecilia Corfield, titular de la UFIyJ Nº 15 de La Plata quien le tomó declaración indagatoria sin la presencia de un abogado defensor – garantía constitucional elemental -, y consignando en el acta que se negaba a declarar. También dejaron constancia que había sido previamente asesorado por el defensor oficial.

Recién luego de 48 horas de detención en esa dependencia policial, Moreno Garzón fue derivado a la guardia de salud mental del Hospital Alejandro Korn de Melchor Romero, donde lo evaluó un equipo interdisciplinario. Los profesionales concluyeron que el joven se encontraba cursando un “episodio psicótico” y constataron que presentaba “discurso y conducta desorganizada”. Entonces se indicó un tratamiento farmacológico, sumado a un control conductual estricto y la permanencia en aislamiento del resto de los detenidos hasta garantizar un adecuado seguimiento del equipo de salud.

Sin embargo, sin que nadie contemplara las prescripciones médicas, Moreno Garzón fue realojado en la comisaría 2ª hasta el 18 de diciembre. Ese día se celebró en el Juzgado de Garantías 1 de La Plata, a cargo de Guillermo Atencio, la audiencia dispuesta en el procedimiento de flagrancia. Ante el evidente cuadro de descompensación del imputado, el Juzgado dispuso la desafectación del proceso de flagrancia y la internación provisional que se hizo efectiva mediante su traslado a la Unidad Penitenciaria Psiquiátrica 34.

Al ingresar a la Unidad, Moreno Garzón fue brutalmente agredido en el Área de Sanidad. El Servicio Penitenciario consignó en el parte oficial que fue agredido por otro detenido, lo que deberá ser investigado por la justicia. Por acción u omisión en el deber de cuidado, los profesionales de la salud y agentes penitenciarios son responsables de este hecho. Las lesiones graves que padeció motivaron su inmediata derivación al Hospital Alejandro Korn.

Los golpes les ocasionaron un traumatismo encéfalo craneano (TEC), con heridas contuso cortantes en rostro y deterioro del sensorio. Moreno Garzón está en el hospital de Melchor Romero con trastornos del nivel de conciencia, los ojos cerrados, múltiples lesiones faciales y un edema bipalpebral. Debido a su estado, fue derivado a terapia intensiva con asistencia respiratoria mecánica. Su cuadro de salud es irreversible.

Aún con ese cuadro, desde el 20/12 al 15/01 estuvo esposado. Esto se revirtió a partir de la intervención de la CPM, que requirió al juzgado el cese de este acto de tortura. Actualmente permanece sin sujeción, pero con guardias del SPB en el pasillo de la habitación. Cristian permanece en sala clínica, con pronóstico reservado, requiriendo asistencia de personal de enfermería de forma permanente.

El caso de Moreno Garzón vuelve a encender la alarma del sistema de atención a personas con padecimientos mentales donde los tratos inhumanos y la vulneración de derechos constituyen una práctica habitual. No se trata de un episodio aislado.

El caso de la UP 34 ha sido especialmente investigado y documentado. Desde la CPM, a través del programa de Salud Mental, se han realizado tareas de monitoreo sistemáticas. Este trabajo motivó la resolución del Juzgado de Garantías 5 de La Plata, que a partir de un habeas corpus presentado por la CPM “resolvió la clausura provisoria del pabellón de separación del área de convivencia (SAC), como asimismo las celdas de aislamiento dentro del sector de sanidad”. Este mismo juzgado instó también a poner en vigencia el protocolo de atención de urgencias en salud mental, proyectado en el marco del habeas corpus 86.470 de la Sala III del Tribunal de Casación Penal, como también a realizar las reformas edilicias y designación de personal en cantidad suficiente y calificación adecuada para su correcta aplicación.

Por esta razón resulta, aun más alarmante que sigan sucediendo hechos de violencia como los que padeció Moreno Garzón, que lo condujeron a su estado actual. Debe tenerse en particular consideración que el deterioro de su salud devino de una situación enmarcada en su privación de la libertad bajo custodia estatal.

Todos estos antecedentes motivaron a la CPM a presentar luego un habeas corpus ante el juzgado de Garantías 1 de La Plata, donde tramita su causa, para pedir el sobreseimiento del joven; el habeas corpus fue rechazado por la jueza Marcela Garmendia, que está transitoriamente a cargo del juzgado. Además, desde el organismo se hicieron presentaciones ante la Subsecretaría de Derechos Humanos de las Personas Privadas de la Libertad de la Corte bonaerense, la Procuración General y requerirá que se investigue la actuación judicial.

Se advierte la gravedad en la continuidad de detenciones en comisarías de personas con padecimiento mental y la actuación judicial que no cumple con la Ley Nacional de Salud Mental. Estos casos deben abordarse desde una perspectiva de salud y no de peligrosidad, para proteger y no para vulnerar sus derechos.



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