martes 23 de abril de 2024 - Edición Nº -1966

Información General | 19 mar 2020

Opinión

La negociación colectiva de la docencia universitaria en su contexto

Por Octavio Miloni, Secretario General de la Asociación de Docentes de la Universidad de La Plata, ADULP.


Mientras se escribe este documento, el avance de la pandemia Coronavirus (Covid-19) está generando situaciones objetivas y subjetivas a las cuales nos estamos enfrentando como podemos, sin saber aun las consecuencias concretas que tendrá esta pandemia.

1. Del gobierno neoliberal al gobierno popular

A poco más de tres meses de la asunción de Alberto Fernández en la presidencia de la Nación, el escenario se va configurando a partir de las condiciones y fundamentalmente, los condicionamientos que el gobierno de Mauricio Macri ha dejado. Un estado de situación que ha sido definido de manera simple, pero no menos exacta, como “tierra arrasada”.

Esta idea – concepto puede aplicarse a todos los planos de la vida pública: crisis económica, crisis productiva, crisis social, pérdida de calidad institucional. En definitiva, un retroceso en la calidad democrática, condición indispensable para que un país y su Pueblo puedan desarrollarse y progresar.

Fuimos parte de la pelea de nuestro Pueblo. Fuimos convocantes de numerosas movilizaciones; tanto por la defensa del salario como, y fundamentalmente, por la defensa de la Educación Pública y la Universidad Pública.

En esta lucha estuvimos con los compañeros y compañeras nodocentes, con los compañeros y compañeras estudiantes, con los trabajadores y las trabajadoras de la Ciencia y la Tecnología. También con los trabajadores y trabajadoras despedidas del Estado Nacional, y con los compañeros y compañeras de las Organizaciones Sociales. La pelea la dimos entre todas y todos.

Y el sentido de la pelea era, por un lado, la resistencia al avance de las políticas neoliberales; por otro, y tal vez el objetivo más trascendente, la construcción de un horizonte político para nuestro Pueblo, para los más humildes, los y las que pasan hambre, los jubilados y jubiladas.

Luchamos por un Estado presente, atento a las demandas sociales. Principalmente las de los sectores que están sufriendo y pagando la fiesta que brindó Macri y su proyecto para sus amigos y socios.

El macrismo orquestó, junto con sus socios nacionales y transnacionales, un plan neoliberal clásico: endeudamiento, flexibilización laboral, quiebra salarial, etc., con la intención de sembrar una cultura neoliberal. Claramente, en lo que respecta a los resortes del Estado, han podido instrumentar muchos de los aspectos del plan, pero en lo que respecta a lo cultural y a los valores que nuestra sociedad ha conquistado y defendido históricamente, no han podido desarrollarlo de manera generalizada.

2. El contexto: Sobre llovido, mojado

A la calamitosa situación económica, financiera, fiscal, productiva y social con la que se encontró el nuevo gobierno, a partir de marzo se suma una crisis mundial que dejará, sin lugar a dudas, una huella en la historia de la humanidad: el avance del Covid-19. Además del impacto en la salud pública mundial (y sin comparar con otras dolencias que causan estragos en países del Tercer Mundo: Dengue, Tuberculosis, y otras enfermedades que afectan especialmente a los más vulnerables), el impacto del Covid-19 es, además, económico. La crisis es de alcance global, con trágicas consecuencias sobre los países de la periferia, como el nuestro.

Tal vez no sea posible dimensionar mientras se suceden los acontecimientos los alcances de esta situación, pero se puede afirmar que no serán buenos. Incluso, que serán malos. Y cuyas consecuencias, como siempre, caerán sobre los sectores más desprotegidos, aquellos que siempre pagan en las malas y casi nunca cobran en las buenas.

En este contexto global es que la Argentina está negociando con el FMI y los acreedores privados la escandalosa, fraudulenta e ilegítima deuda dejada por el gobierno neoliberal de Macri. Deuda que, además, fue contraída no para mejorar situaciones del país, sino para financiar la especulación financiera y la fuga de capitales.

3. El daño salarial docente universitario producido por el gobierno de Macri

Durante el periodo comprendido entre diciembre de 2015 y diciembre de 2019, la inflación acumulada alcanzó la cifra (décimas más, décimas menos) de 302%. El salario de la docencia universitaria creció, en ese mismo periodo, un 214%.
Con estos valores, el poder adquisitivo del salario ha caído en ese periodo a un 78%, considerando un 100% en diciembre de 2015.Es decir, la docencia universitaria ha perdido en ese periodo un 22% del poder de compra. Esto es, si en diciembre de 2015 comprábamos 100 unidades de algo, en diciembre de 2019, 78 unidades.

En la pelea salarial hemos sabido convocar tanto a los compañeros y compañeras estudiantes, a los compañeros y compañeras nodocentes, al denominado Sistema Universitario (Rectores y Rectoras, peronistas y reformistas). Nuestra lucha, enmarcada en la defensa de la Universidad Pública y por la Educación Pública ha posibilitado la confluencia de todos.

Además, hemos cosechado el apoyo de vastos sectores de la sociedad, con o sin participación directa en la vida universitaria, pero que sin dudas conciben a la Universidad como un valor propio, social y cultural, al que no renuncian a acceder.

4. La lucha por el salario docente

En términos clásicos y simples, la pelea salarial es una disputa por excedente. Ahora, ¿cómo se enmarca esta “pelea por excedente” en el sector público?
La disputa de “excedente” en el marco del Estado es, en cierto sentido, una disputa sobre lo recaudado por el Estado y que es el sustento de la política pública. Esto claramente nos pone en la responsabilidad de analizar la política pública en su conjunto.

Más allá de una campaña electoral, la política y orientación de un Gobierno está asociada a las acciones concretas del Estado en el ordenamiento de las prioridades y su consecuente asignación de los ingresos públicos.

Es en ese marco que un gobierno que plantee “Empezaremos por los últimos” claramente nos convoca, nos hace parte de un proyecto político y obviamente nos compromete.

Las medidas más relevantes que describen la orientación popular de este proyecto son, a saber:

• Atención a los y las jubiladas con la mínima, haberes y medicamentos
• Plan Argentina contra el Hambre
• Creación del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, para convertir en política pública las demandas de las mujeres y diversidades
• Congelamiento de tarifas
• Atención a los y las trabajadoras de la Ciencia. Valorización de la Ciencia y Tecnología, aumento de ingresos a la carrera del investigador e investigadora
• Valorización de la Educación Pública en general y una valorización de la Universidad Pública en particular

No es lo mismo negociar con un gobierno que intenta – con las dificultades objetivas en lo que respecta a lo económico, financiero, fiscal y social- distribuir de manera más justa el ingreso, a negociar con un gobierno neoliberal que se endeuda para satisfacer la voracidad de sus socios de los sectores concentrados de la economía. Claramente no es lo mismo.

Si bien la lucha sindical tiene una componente corporativa, porque peleamos en lo particular por la mejora de las condiciones de nuestro sector, nuestra pelea además de lo salarial y las condiciones de trabajo, es por la Universidad Pública.

Es por mejores condiciones para el trabajo docente, es también por el derecho a la educación superior de los sectores populares, negados por los gobiernos neoliberales en esa suerte de restauración meritocrática, que ha sido incluso formulada de manera cínica por una ex gobernadora de la provincia de Buenos Aires en su frase: “Nadie que nace en la pobreza llega a la Universidad”.

Nuestra pelea por el salario, debe enmarcarse en:

• Dimensionar la pérdida salarial durante el gobierno neoliberal. Daño salarial
• Acordar un Programa de Reparación Salarial Docente Universitario
• Acordar plazos razonables para la reparación salarial, más allá de las paritarias anuales

5. Paritaria Salarial 2020 de la docencia Universitaria Primera reunión

El jueves 12 de marzo hemos participado en la primera reunión paritaria con el Ministerio de Educación. Allí, se oficializó una propuesta salarial en las siguientes etapas:

- 9,7% a partir de marzo
- 2,3% a partir de mayo
- 3% a partir de junio

Además, en junio se retoman las reuniones para la recomposición salarial en el segundo semestre. Desde la CONADU hemos analizado la propuesta. Solicitamos un cuarto intermedio para que el Gobierno evalúe alguna propuesta que la mejore.

Esta oferta da cuenta de lo firmado en la paritaria 2019, en lo que respecta a la inflación. En dicha paritaria, debía revisarse el periodo abril-septiembre y el periodo octubre 2019 – febrero 2020. Pues bien, el periodo octubre-diciembre es cubierto por la primera etapa, en su totalidad, ya que lo firmado en el acuerdo contemplaba la inflación en el periodo, dejando de lado el tramo de recomposición salarial de enero 2020, 2% de jerarquización y el nomenclador.

Los otros tramos de la recomposición cubren y exceden en lo que respecta al periodo analizado, pero no se ajusta estrictamente a lo firmado, que planteaba una sola etapa.

Segunda reunión

El lunes 16 de marzo fuimos convocados a una segunda reunión paritaria, y el Ministerio de Educación ha mejorado la oferta:

- 9,7% a partir de marzo
- 3,3% a partir de mayo
- 3% a partir de junio

En las dos primeras etapas suma 13%, cuando en el periodo octubre-febrero da 14,5%. Efectivamente, es un punto y medio por debajo de lo firmado en la paritaria 2019.

Esta negociación se enmarca en el contexto general ya analizado. No es posible, sin análisis de la situación, ceñirse exclusivamente a lo firmado, como si nada más existiera.

Como se planteó: el problema salarial que tenemos en la docencia universitaria está lejos de resolverse sólo con el cumplimiento de la cláusula gatillo de la paritaria 2019. Tenemos una pérdida salarial que hay que reparar. Ese es, en materia salarial, el objetivo planteado desde nuestra Federación.

Es por eso que recepcionamos la propuesta hecha por el Gobierno, porque es necesario que a la brevedad nuestros compañeros y compañeras reciban un aumento con el salario de marzo. Un rechazo de plano, además de no contemplar la situación general, niega la posibilidad que nuestros compañeros y compañeras discutan la oferta, tanto para la aceptación o para el rechazo, y que nuestras compañeros y compañeras la analicen.

En el contexto que se planteó, la aceptación de la oferta es necesario. Para empezar a reparar el salario docente, recuperar una agenda más amplia para el sistema universitario, para las Facultades y Colegios. Para todos y todas los que componemos el sistema, y también para los que no están en el sistema por haber sido expulsados por el ajuste neoliberal.

6. Al gobierno popular se le exige más

Claramente, las expectativas están en relación a la propuesta política y por el esfuerzo que desde la militancia popular hemos realizado en la lucha contra el ajuste neoliberal y la construcción de una propuesta nacional y popular.

Pero la afirmación “a este gobierno le exigimos más que a un gobierno neoliberal” merece una contextualización: La exigencia es integral, no sectorial. Decir que le exigimos más no significa que nuestro sector debe estar bien, aún si otros sectores populares están mal. Es por eso que nuestras reivindicaciones no pueden escindirse de las reivindicaciones de todo el campo popular.

Nuestro aporte a un proyecto popular será desde una posición activa y militante. Acompañando y también criticando para que el proyecto político se desarrolle, para consolidar crecimiento económico con distribución del ingreso.

Con nuestro sindicato ADULP, con nuestra Federación, la CONADU, con nuestra CTA de lxs trabajadorxs estaremos donde nuestro Pueblo esté, por nuestra Patria y por nuestros compañeros y compañeras.

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