“Solicitamos la urgente intervención del gobierno nacional, gobierno provincial, del Ministerio de Trabajo o Salud (a nivel nacional o provincial), para que tomen cartas en el asunto, y nos protejan tanto a nosotros como a quienes nos rodean. Solicitamos urgentemente una intervención en el caso, para que se pueda cumplir con el “aislamiento social preventivo y obligatorio” decretado.

“Es necesario que los hospitales y clínicas privadas suspendan consultorios externos innecesarios que ponen en riesgo la salud provincial y nacional”, reclamó un grupo de trabajadores administrativos de sanatorios privados de CABA y La Plata. El texto no lleva firma y asegura que las quejas son respondidas por las autoridades de los centros de salud con amenazas de despidos.

“El personal administrativo se convierte en vectores de contagio, tanto para sus familias, como para la sociedad en general, al tener que trasladarse desde sus casas al trabajo y viceversa, no respetando reglas mínimas de aislamiento”, remarca el texto.

Y agrega: “Trabajan entre 6 y 8 personas por oficina y no cuentan con el metro de distancia sugerido y poniendo en riesgo la salud pública, sólo por capricho de quiénes en estos momentos especulan con generar ingresos”.

La denuncia advierte que los consultorios externos en clínicas, sanatorios y hospitales privados, tanto en Buenos Aires como en la ciudad de La Plata, “siguen funcionando, generando una oferta para quiénes, estando en sus casas, en vez de respetar el aislamiento social, deciden ir a realizarse chequeos y controles de rutina”.

“Se siguen realizando cirugías que no resultan vitales, como por ejemplo cirugías estéticas, estudios de rutina como colonoscopias, etc”, remarcaron.

En los últimos días, Info BLANCO SOBRE NEGRO recibió denuncias de trabajadores de distintos centros de salud privados de La Plata que aseguran no contar con medidas de prevención básicas como guantes, barbijos y alcohol en gel.

El texto advierte que en más de una clínica “no hay alcohol en gel ni tampoco alcohol líquido” y que “tampoco se permite el uso de barbijos pese a estar en permanente contacto con pacientes con síntomas o, como se detalló, con pacientes que concurren cuando deberían estar cumpliendo el aislamiento decretado”.

“Ante el planteo de lo mencionado a coordinadores, jefes y/o autoridades jerárquicas y máximas, surgen las amenazas, el amedrentamiento y maltrato psicológico constante, y una respuesta recurrente: ‘si no les gusta, búsquense otro trabajo’. Además, los sindicatos pertinentes se encuentran sin atender por los que no es posible recurrir a ellos”, advierte el comunicado.