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Internacionales | 28 abr 2020

Un placer único

"Yo canto porque me gusta, yo nací para cantar"

Así reza un fragmento de la canción de Carlos Torres Vila. Pero además de gozar el canto, se puede hacerlo bien.


Los especialistas en salud mental y sobre todo los pediatras aseguran que el canto es liberador. Una suerte de exorcismo pagano, el momento en el que varios de nuestros sentidos logran que nuestra psiquis y nuestro cuerpo se unan en un solo e intenso momento de placer.

Por eso cuando cantamos solemos vincular lo que decimos y las melodías con momentos que suelen remitirnos a alguna emoción del pasado, que puede ser una linda emoción o apenas un triste recuerdo.

Como sea, canto, emociones y recuerdos suelen ir de la mano. Además, camntar nos hermana con otras personas, o cuando los sentimientos son más íntimos también pueden unirnos al ser que amamos.

Pero a ellos orfezcámosle lo mejor que puede dar nuestras cuerdas vocales y nuestro oído para ponerlas a tono . Dicho de otro modo, es bueno afinar la voz y disfrutar de la compañía de alguna bella melodía que podemos sacar de algún rincón de nuestros recuerdos.

Es por eso que nadie discute que cantar es un placer especial, una actividad y ejercicio fundamental para el ser humano.

Generalmente los institutos más tradicionales de todos los países usan técnicas para sacar el mayor potencial a nuestra voz, pero aunque la entonación mejore los bloqueos mentales pueden llegar a jugarnos una mala pasada. En la actualidad, hay nuevas corrientes y escuelas de canto que nos ayudan a mejorar el don de expresarnos mediante canciones.

Este trabajo que propone una reconstrucción de la voz y del sonido, está empezando a imponerse como tendencia en aquellos cantantes amateurs o personas que quiere mejorar sus presentaciones.

El método consiste en embellecer el sonido reconectando la mente, el cuerpo y el alma.

De esa manera la respiración se extiende más y libera las tensiones emocionales y físicas. Para este tipo de clases no es necesario saber cantar, sino tener el deseo de aprender, aunque haya que empezar de cero.

Existen escuelas de canto que ayudan a eliminar los bloqueos con el fin de darle lugar al paso del aire y la salida de la voz.

A modo de terapia liberan emociones que quedan dentro de nuestro cuerpo. No sólo recuperan el canto y el habla, sino que también mejoran la confianza sin tener miedo a sufrir irritaciones o afonías inesperadas.

Con resultados alentadores, estiman que la mejora vocal es inmediata y que después de la cuarta clase de canto, la afinación y modulación se vuelven superiores.

Las técnicas utilizadas en este método innovador consisten en la vocalización de las vocales, una respiración consciente anclada en el vientre, posturas que facilitan la respiración y ejercicios que buscan reconectar el alma con el cuerpo.

En las primeras clases de canto, las personas suelen usar tan sólo un 30% de su voz, y la fuerzan con agudos extremos. Es fundamental, por lo tanto, las vocalizaciones para reconstruir la sanidad de la voz. Por otro lado, anclar la respiración en el vientre genera que podamos cambiar de escalas sin lastimar las cuerdas vocales.

La técnica es similar en todos los casos pero cada trabajo depende de la necesidad y dificultades vocales de las personas interesadas.

Como dijimos anteriormente, no sólo trabaja con la voz en el plano del canto sino también en la resistencia del habla. Es por eso, que la metodología va más allá de los cantantes: es para todos los que quieran mejorar la comunicación y la voz.

Es necesario romper todas las barreras físicas y anímicas y alzar nuestra voz limpia, armoniosa y afinada. Después de todo, como afirma el autor que mencionamos en la baja de título, todos nacemos para cantar.

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