martes 16 de abril de 2024 - Edición Nº -1959

Información General | 9 jul 2020

Hubo nuevas acciones solidarias

En cárceles bonaerenses avanzan con el programa “Más trabajo, menos reincidencia”

En la Unidad 9 de Villa Elvira y en la 18 de Gorina participaron casi un centenar de personas privadas de su libertad en la confección de budines de pan, bolas de fraile, bizcochos y panes. Esta semana hubo otra donación de insumos sanitarios , pero de una unidad de San Martín y dirigida al Hospital de Niños de La Plata.


En la previa del Día de la Independencia, presos alojados en dos cárceles bonaerenses elaboraron y donaron panificados a siete instituciones sin fines de lucro de la ciudad de La Plata para que festejen la fecha patria.

Los protagonistas fueron internos que aprendieron el oficio de panaderos. Gracias a la materia prima que aportó la organización popular “Atrapamuros”, 25 privados de libertad de la Unidad 9 amasaron y cocinaron 1.850 unidades de productos de bollería.

Las entidades que se beneficiaron con 250 budines de pan, 900 bolas de fraile, 400 facturas y 300 tortas fritas fueron “Cuatro Ángeles”, “Esperanza”, “Ollas Populares Evita” y “Las Cartoneras”.

En tanto, 70 internos de los pabellones 2, 3, 5 y 8 de la cárcel de Gorina elaboraron pizzetas, bizcochos y panes.

El comedor “Ñam Copi” del Barrio Islas Malvinas recibió 40 kilos de panificados, mientras que a “Los Hermanos” de Altos de San Lorenzo le llegaron 250 pizzas de copetín y seis kilos de bizcochos.

En última instancia le llegó el turno al Centro de Participación “La Casita”, con 12 kilos de bizcochitos y 300 pizzetas.

“Gracias a los que colaboran y ponen buena predisposición para hacer esto, hoy cada familia se lleva su plato de comida y sus pizzetas. Dios les va a traer el doble o el triple”, dijo Ana María de “Los Hermanos”.

Según se informó, la harina fue donada por el molino “Agrícola del Plata”, y también colaboraron quienes integran la red solidaria que tejió la titular del juzgado de Garantías N° 5 de La Plata, Marcela Garmendia.

Tanto el director de la Unidad 18, Germán Ahumada Lurbe, como su par de la Unidad 9, Ernesto Agüero, coincidieron en la importancia de colaborar con la sociedad. “La solidaridad y la capacitación son pilares fundamentales en el marco de la tarea tratamental que se realiza en las cárceles bonaerenses”, afirmó Agüero.

La experiencia la Unidad 46 de San Martín

Mujeres privadas de libertad confeccionaron 700 barbijos que fueron entregados la mitad de ellos al Hospital de Niños de La Plata y el resto a la Fundación PRASAM, una entidad que vela por los derechos de los niños en la provincia de Buenos Aires.

En el marco del programa “Más trabajo, menos reincidencia” la experiencia solidaria se desarrolló en el anexo femenino de la Unidad 46 San Martín, dependiente del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).

Los 350 tapabocas donados al Hospital de Niños “Sor María Ludovica” serán destinados para los pacientes internados en la sala de terapia intermedia y sus visitantes.

La mitad de los elementos de bioseguridad se entregaron en la sede de la jefatura del SPB en un encuentro en el que estuvieron presentes el Director Provincial de Políticas de Inclusión Socioeducativas del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, Marcelo Iafolla, la Directora de Niñez en Contexto de Encierro del SPB, Andrea Bartolomé, el presidente de la Fundación PRASAM, el psicólogo Daniel Rosemberg y la coordinadora dentro de la fundación del programa Nnapes (niños y niñas con padres encarcelados) de la fundación, Gabriela Grieco. Más tarde, se hizo entrega de la otra mitad de los barbijos al Hospital de Niños de La Plata donde fueron recibidos por la Directora, Cecilia Gaviot y la Jefa de Sala, Virginia Peluffo.

Rosemberg explicó que “los rollos de tela y los elásticos utilizados para la confección de barbijos en su versión “Emobocas” — con una sonrisa cosida para expresar estados de ánimo— fueron provistos por la Fundación”.

Además, el psicólogo contó que “las internas que participaron en la fabricación recibieron también una capacitación acerca de los derechos de los niños y el contexto en el que se realiza la donación.

Durante la entrega, Bartolomé destacó que “los barbijos que llegaron a la fundación serán repartidos entre los chicos que viven con sus madres en las Unidades 33 de Los Hornos y 54 de Florencio Varela".

El espíritu de la donación se refleja en los envoltorios de los barbijos inscriptos con la leyenda_*“nunca es demasiado tarde para tener una infancia feliz”*_ .
Bartolomé informó además que las internas trabajaron 15 días en la confección y resaltó que “siempre se muestran predispuestas a participar en actividades solidarias”.

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