viernes 26 de abril de 2024 - Edición Nº -1969

Información General | 31 mar 2014

ENTREVISTA

Mariana Carbajal habla de su último libro: “Maltratadas. Violencia de género en las relaciones de pareja”

Con motivo de la presentación de su último libro, "Maltratadas. Violencia de género en las relaciones de pareja", la periodista Mariana Carbajal dialogó con La Fábrica de Manteca, programa conducido por Leandro De Martinelli, que se emite de lunes a viernes a las 12 por FM Provincia


Movilizada por el relato de una amiga, la periodista de Página12 decidió con este libro hacer un aporte al debate sobre la violencia hacia las mujeres pero que, además, estuviera centrado en la importancia de “derribar mitos” en torno a las relaciones amorosas o de pareja. Haciendo hincapié en que se trata de una problemática social, la autora da detalles de la publicación y anima también una reflexión sobre “el nuevo paradigma de los piropos”

¿Cómo plantea el libro el tema de la violencia en relaciones de pareja?

Aborda el tema desde los mitos arraigados socialmente en torno a la problemática de la violencia de género en las relaciones de pareja, como que “es una cosa de pobres”, como que “les pasa a las mujeres somisas e ignorantes”, o que “si no hay golpes no es violencia”, o que “es un tema de pareja y no hay que meterse” o que “los hombres son violentos por naturaleza”, cada uno de los capítulos aborda un mito y lo desarma a partir de testimonios en primera persona, especialistas, mi propia reflexión.

En la medida en que podamos desarmar estos mitos vamos a poder ayudar a las mujeres, que pidan ayuda rápidamente, hay mujeres que tienen mucha vergüenza o creen que son culpables, o creen que por amor lo van a cambiar, o que él por amor va a cambiar y no piden ayuda a tiempo. A veces pasan años, veinte años en estas relaciones que las destruyen psíquicamente, deja daños en la salud de las mujeres.

Lo que pretendo con el libro es contribuir al debate, ver dónde hay luces y dónde hay sombras, en los últimos años se ha avanzado en materia de legislación pero todavía faltan políticas públicas integrales. Es un análisis integral de la materia con la idea de que pueda servir a las mujeres y los hombres a pensarlo, que pueda usarse para trabajarlo en las escuelas en prevención de los noviazgos violentos, para trabajarlo en la facultades que analizan la cuestión desde el punto de vista penal y subrayando que se trata de un problema social de salud pública y de derechos humanos.

¿Cómo encaraste la investigación?

Hablé con mujeres víctimas, es muy fuerte porque uno no puede creer que vivan el infierno en su propia casa, con la persona que dice que las ama, quienes ellas eligieron para formar una familia son quienes las maltratan, a veces el maltrato es verbal y duele muchísimo, incluso algunas aseguran que duelen más las palabras descalificantes, los insultos permanentes, que los golpes. Pero también hay golpes terribles, escenas que uno no puede creer que sucedan en un ámbito doméstico. Como están hacia adentro no lo vemos, si pasara en la calle tomaríamos mayor conciencia, al igual que nos preocupamos por la seguridad urbana. Como no lo vemos, es el testimonio de las mujeres, que a veces callan por temor, o porque no saben a dónde ir, eso es lo más terrible. Soportan agresiones y malos tratos, amenazas, incluso estando separadas. Muchas veces la justicia es lenta y las respuestas no llegan o llegan, pero la violencia machista es muy brutal.

Nos tenemos que horrorizar cada día frente a estos hechos que nos avergüenzan como sociedad y tenemos que reaccionar articuladamente, desde el gobierno nacional, los gobiernos provinciales y municipales, la justicia, las escuelas para desarmar estereotipos porque el caldo de cultivo de esto es la situación de desigualdad entre hombres y mujeres.

No hay que pensarlo como hechos policiales aislados porque esto es un problema social. Hay hombres que consideran a su pareja como parte de sus posesiones. A veces por tanto miedo las mujeres no Cuentan ni a la familia. Tenemos que hacer tomar conciencia de que ellas no tienen por qué soportar maltrato.

¿Qué construcciones hacen del amor? ¿Qué piensan que es el amor?

Yo creo que una de las trampas es que muchas veces creemos en la idea del amor romántico, crecemos con la idea de los príncipes y las princesas y nos creemos la historia del príncipe azul y pensamos que por amor podemos cambiar al otro o que por amor tenemos que aguantar. La violencia de género en las relaciones de pareja tiene un ciclo muy conocido, que es que va creciendo la tensión hasta que hay un estallido, se expresa en violencia física o muchos gritos, y después viene el pedido de perdón, lo que se conoce como la luna de miel, de que nunca más va a pasar, una compensación, regalos, palabras amorosas, una en ese vínculo se lo termina creyendo, y cree que es la última vez, pero el ciclo vuelve a empezar.

Lo que una tiene que hacer es pedir ayuda a las ong que trabajan en esta temática, a grupos de ayuda mutua, denunciar cuando una está preparada, no se puede sola. Hay que hablar el tema, una de las características de quienes maltratan es que van aislando a su pareja de sus amistades o círculos sociales, justamente para que no pida ayuda. A veces son tipos encantadores en el afuera porque solo maltratan a la mujer, y cuesta mucho hacer creer que ese tipo tan encantador que recibe a sus visitas y amistades es el mismo que le golpea la cabeza contra el piso a la mujer. No es fácil para las mujeres salir de esas situaciones, creen que merecen ese maltrato o tienen culpa porque dicen “bueno, yo lo elegí”, o piensan que se tienen que quedar por los hijos y los hijos no son más que testigos en esas relaciones y terminan aprendiendo de ese maltrato, y eso es lo que tenemos que cortar.

Vos decías que no solamente está referenciado en clases populares, ¿Tenés testimonios de clase media?

Absolutamente, el libro intenta desarmar esta historia de que sólo es un problema de los pobres, tiene testimonios e historias de sectores populares pero básicamente está articulado con testimonios de sectores medios y medios-altos.

Una de las historias que más me movilizó para escribir este libro fue el de una amiga muy cercana, profesional, exitosa, con una situación económica muy resuelta, que vive en un barrio muy acomodado de Buenos Aires, me contó que hacia doce años, desde que estaba de novia, su marido, actual padre de sus hijos, la maltrataba en forma psicológica, verbal, física, terriblemente, y que ella nunca lo había podido contar sabiendo que yo la podía ayudar en todo caso estaba en la temática, y nunca había podido ponerlo en palabras porque tenía miedo y vergüenza. Se le hacía muy difícil, ella mantuvo durante mucho tiempo ese silencio, y yo decía ¿Por qué una mujer que es inteligente, que le va bien en el trabajo soporta estas agresiones?

Te enfrentó con tu propio prejuicio…

Yo para este libro volví a hacerme las preguntas más básicas, de por qué una mujer se quedaba en esas relaciones, por qué un hombre le pega a la mujer que dice amar, me hice todas esas preguntas, todos los por qué. La idea es que el libro sirva para generar debate y trabajar.

Hay jueces que han incorporado la perspectiva de género y otros que no y frente a esto nos encontramos con fallos aberrantes. En la medida en que los jueces empiecen a capacitarse, algo que no es obligatorio pero hay posibilidades de hacerlo, en la medida en que van incorporando tratados internacionales encontramos respuestas comprensivas en relación a problemática de género.

Me pregunto, y creo que es lo que nos tenemos que preguntar como sociedad, qué pasaría si cada 30 horas en la Argentina una mujer asesinara a un hombre, o a su expareja, por el hecho de ser su pareja, como ocurre en relación a las mujeres. Quizás la sociedad estaría mas alerta y preocupada, pero como son mujeres esta naturalizado.

Las relaciones de pareja tienen tensiones, ¿Pudiste hacer una consideración para identificar cuándo se trata de violencia y cuándo las tensiones son parte de cualquier relación?

Yo creo que cualquiera lo puede definir, uno puede tener discusiones y tensiones, pero hay que identificar cuándo las cosas toman otro matiz. Cada uno sabe.

Hay algo que siempre me preguntan, si no hay mujeres que maltratan a su pareja hombre, y en realidad sí, pero claramente no es un problema social. Los lugares de denuncia están atestados de mujeres que denuncian a sus parejas, cada 30 horas hay un femicidio en la Argentina y en el 63 por ciento de los casos se trata de un asesinato perpetrado por su pareja.

La sociedad cada vez está más atravesada por la violencia, pero acá ponemos el foco en una violencia muy particular que tiene que ver con la situación de desigualdad de las mujeres en la sociedad, y hombres que las consideran parte de sus posesiones y que para desarmar estas formas el libro trabaja con los mitos y hay que trabajar en las escuelas para desarmar esa matriz de desigualdad, discriminación.

¿Qué pasa con el nuevo paradigma alrededor de los piropos?

Es todo un tema, a las mujeres cuando salimos a la calle no nos gusta que nos digan ciertas cosas, a veces los piropos son muy agresivos, habría que pensar si a los hombres les gustaría que les digan cosas agresivas. Cuando la palabra se convierte en una amenaza, y si vamos por una calle oscura esa amenaza tiene otro sentido, es muy difícil ponerle un límite porque de la palabra no podemos aislarnos, hay que pensarlo desde ese lugar. A algunas nos gusta que nos digan algo agradable, no a todas, pero a veces esos comentarios tienen una carga de violencia verbal que atraviesa lo sexual y no nos gusta, nos atemoriza, y por qué nos van a atemorizar desde la palabra?

Es una situación amenazante. El espacio público hay que pensarlo como un espacio para todas y todos, democrático y ¿Por qué vamos a salir atemorizadas?

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