“Hoy hay más gente que la anterior, pero aquella vez hacía mucho frío, en general la cantidad de manifestantes se mantiene”, explicaba Silvia, de La Loma. Lo que se observaba claramente, como en otras oportunidades, era el clima de congoja y dolor que llevaron consigo los vecinos movilizados.

También resaltó el apoyo de sectores políticos de la ciudad, particularmente de partidos de izquierda, y algunos dirigentes de la oposición mezclados entre la gente.

La lectura del documento frente al Palacio Municipal incorporó entre sus reclamos “el esclarecimiento de la tragedia de Rosario”, además de los siempre mencionados accidentes ferroviarios. Se sentía poco sutilmente la retórica de sectores opositores que entrelazan el desastre de Once con las quejas en torno del accionar del estado durante las inundaciones en La Plata.

Después de que se recordaron a los fallecidos del 2 de abril, y de reclamar una investigación profunda de lo ocurrido, una columna compacta y menos numerosa que la que se concentró en calle 12 marchó hacia la gobernación. donde los esperó una paloma gigante y una banda integrada por inundados y amigos de las víctimas.