Minutos antes de las 11, el locutor oficial anunció la llegada del gobernador Daniel Scioli y su esposa, Karina Rabolini, al Salón de Usos Múltiples de la Gobernación (SUM). Lo acompañaban Alejandro Granados, flamante ministro de Seguridad, el vicegobernador Gabriel Mariotto, y Ricardo Casal, titular de la cartera de Justicia.

En el interior, el candidato a diputado nacional del FPV Martín Insaurralde y los ministros sciolistas aguardaban ansiosos el comienzo del acto, al tiempo que cruzaban palabras con algunos intendentes presentes como Pablo Bruera, Francisco “Barba” Gutiérrez (Quilmes), Fernando Espinoza (La Matanza) y Juan Carlos Gasparini (Roque Pérez).

Una de las personalidades presentes que más llamó la atención de los políticos, fue la del presidente de la Asociación del Futbol Argentino Julio Grondona, quien en diálogo con Infoblancosobrenegro confesó que era amigo de Alejandro Granados: “Vengo a acompañar a un gran amigo y le deseo muchos éxitos en esta nueva etapa de su vida”.

La ceremonia, que se palpó como una fiesta en todo momento, comenzó con las palabras del escribano general de Gobierno, Alfredo Sivero, quien leyó el acta 116, en la cual daba fe de los funcionarios que asumirían.

Luego de las firmas de Granados, Casal, Mariotto y Scioli, y de la ratificación del Escribano, el Gobernador brindó unas palabras: “Estamos interpretando en cada momento la demanda de la sociedad para que el Estado en su conjunto haga el esfuerzo para lograr una Provincia más segura. Agradezco a todos los sectores oficialistas y de la oposición, salvo alguna excepción, en la ayuda para poner en funciones a los nuevos ministros”.

El SUM, que en realidad es una amplia carpa blanca con alfombra roja y decoraciones en telas blancas, estaba colmado de periodistas, familiares y amigos de los ministros que juraban, funcionarios de segundas líneas del Gobierno provincial, intendentes y legisladores. También estaban las jerarquías superiores de la Prefectura Naval Argentina, de la Gendarmería Nacional, y de las Policías Federal y Bonaerense.

Scioli, tampoco ahorró elogios para la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien, según él, dispuso inmediatamente de efectivos de las fuerzas de seguridad nacionales para custodiar el conurbano bonaerense.

El Gobernador declaró también que hay que luchar, de manera conjunta, para lograr una justicia más eficiente: “Queremos un mejor servicio de justicia, porque no puede haber más seguridad sino hay más Justicia. El tema de la seguridad debe tener un abordaje integral. Por ello, desde este Proyecto Nacional que encabeza la Presidenta, se incluye la seguridad laboral, con 5 millones de nuevos empleos creados en estos años; la seguridad social, con la implementación de la doctrina peronista, como lo es con la asignación universal por hijo; y la seguridad ambiental, con más agua potable y cloacas para los 135 municipios”.

En su alocución, Scioli aseguró que hay muchas materias pendientes por resolver, y le pidió a Casal que luche contra aquellos delitos que afectan a la integridad de los más débiles: “Mucha atención a los delitos sexuales, de trata de personas, y de violencia de género, porque cuando se ataca a la mujer se está atacando a la familia entera”.

En las primeras filas, el diputado nacional Carlos Kunkel; el presidente de la Cámara de Diputados de la Provincia, Horacio González; el vicegobernador Gabriel Mariotto; el subsecretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni; los legisladores provinciales Ivan Budassi y Guido Lorenzino Matta; y Karina Rabolini, esposa de Scioli, escuchaban atentamente el discurso y aplaudían cada vez que el Gobernador nombraba a la Presidenta.

Luego de las palabras del Jefe de Estado provincial, se dio por finalizado el evento, comenzando la disputa de los medios de comunicación, quienes pudieron trabajar libremente para lograr la palabra de algunos de los recientes funcionarios.

El acto, que duró apenas 25 minutos, culminó luego de las palabras del Gobernador, quien recibió en su residencia a algunas de las personalidades invitadas especialmente a la ceremonia.

Por Juan José Pfeifauf
Fotos: Eduardo Finochi