Dos policías de La Plata que intervinieron en el confuso episodio que terminó con la muerte de un detenido dentro de un patrullero fueron separados provisoriamente de sus cargos. El hombre asesinado fue identificado como Juan Martín Yalet, de 35 años.

La Justicia y la auditoría de Asuntos Internos de la Bonaerense investigan qué pasó en el auto donde trasladaban al ladrón porque según testigos y fotos que lo acreditan el joven entró ileso y esposado al móvil pero terminó con un balazo mortal en la cabeza.

Todavía no hubo ninguna información oficial por parte de las autoridades del Ministerio de Seguridad bonaerense ni de la fiscal de la UFI 2, Betina Smolinsky de Lacki.

Según fuentes policiales la sospecha se concentra en un teniente y una sargento. Ambos estaban en el patrullero que el miércoles a la mañana intervino en el robo de una vivienda en 2 y 67 del barrio El Mondongo que terminó con la detención de Yalet, que luego murió con un impacto de bala en la cabeza.

En el reporte oficial confeccionado por la policía, los oficiales afirman que “al ser esposado se constata que poseía en su cintura un arma de fuego calibre 9 milímetros marca Bersa modelo Thunder, como así también herida sangrante en el parietal derecho por lo que se procede al traslado del centro asistencia”.

Los oficiales sostienen que el detenido ya había recibido una herida en la cabeza consecuencia de un supuesto enfrentamiento. Sin embargo, la versión policial es rechazada por testigos, entre los que está la dueña de la casa donde fue se había escondido Yalet intentando escapar, quienes aseguran que el joven subió al auto de la policía “caminando y sin lesiones”.

El detenido murió al poco tiempo en la guardia del hospital San Martín. El médico informó que tenía orificio de entrada y de salida en el cráneo. La Gendarmería secuestró 27 pistolas, todas 9 milímetros: 26 son de los agentes que se acercaron al lugar del asalto y una es la que llevaba el detenido asesinado.