En enero se conoció que los inspectores de Control Urbano fueron equipados con tablets para respaldar las multas con fotografías que prueben las infracciones. Ahora, el área comunicó que, con este sistema, saldrán a controlar a quienes utilicen el celular mientras conducen.

La utilización del teléfono celular durante la conducción está prohibida, según la Ley provincial de Tránsito nº 11.430. En la Provincia, a diferencia de lo que sucede en Capital Federal, se permite conducir con el sistema “manos libres”.

Los inspectores de Control Urbanos dedicados al tránsito cuentan tablets con un software especial para sancionar a los conductores que comentan faltas. Según expresaron desde esta área municipal, hasta ahora no se aplicaban multas por usar el celular al volante porque no existía un modo para probar fehacientemente la infracción.

El subsecretario de Control Urbano, Gustavo Luzardo, aclaró que técnicamente no se trata de una fotomulta porque no la realiza una cámara fija. “La multa la sigue haciendo el inspector, pero este sistema permite reducir al mínimo la posibilidad de errores y además da pruebas incontrastables a los propietarios de los vehículos sobre la infracción que cometió”, explicó.

EL CELULAR AL VOLANTE, UN HÁBITO PELIGROSO

Un informe del Centro de Experimentación y Seguridad Vial (CESVI) comprobó que el 90 por ciento de los conductores que hablan o emiten mensajes de texto por teléfono celular mientras conducen realizan maniobras erróneas o peligrosas.

La legislación provincial plantea que “las dos manos del conductor deben estar apoyadas en el volante para una mejor conducción”, por lo que está permitido utilizar el sistema conocido como “manos libres”. Sin embargo, el estudio del CESVI asegura que el riesgo afecta también a quienes utilizan equipos de manos libres, porque el conductor se concentra en la conversación y sus maniobras se ven afectadas.

Utilizando directamente el celular, el momento en que hay mayor riesgo de accidente es cuando se atiende una llamada, porque consume unos cuatro segundos, tiempo durante el que, yendo a una velocidad de 50 kilómetros por hora, el conductor mira solamente el equipo y avanza a ciegas alrededor de 50 metros.

Por otro lado, leer un mensaje de texto implica un riesgo aún mayor. Desde que se advierte de la llegada del texto hasta que se lo interpreta, transcurren un promedio de 8 segundos, lapso durante el cual, a una velocidad de 60 kilómetros por hora, se pueden recorrer 100 metros con la vista apartada del camino.