“El Taka” López Muntaner es uno de los legisladores que más ha estado ligado a la lucha por Verdad y Justicia desde la reapertura democrática. En verdad, por aquellos tiempos (1982-1983) los reclamos se resumían en otras consignas, como “Aparición con Vida y Castigo a los Culpables”, por ejemplo.

La Argentina salía de una larga y triste noche, terminaba una época en la que la familia de “El Taka” sufrió el accionar brutal de la dictadura militar. En la Noche de los Lápices, vio por última vez a su hermano Francisco (“Panchito” López Muntaner, uno de los estudiantes secuestrados), y más tarde perdió a otro hermano, César, también militante peronista.

Esa herida, como la de tantos militantes populares, López Muntaner la llevó con orgullo y compromiso. Militó desde muy chico, y hoy, aunque ya no anda de colegio en colegio llevando con su vieja bicicleta los panfletos de la UES, marchó con la columna de los secundario kirchneristas, acompañándolos como todos los 16 de septiembre.

“Acá hay pibes y pibas con una conciencia de su rol como ciudadanos mucho más profunda que la que tuvo mi generación, que fue educada durante la dictadura. Ellos son más libres de alguna manera. Porque cuando en los 80 se retiraban los militares, todavía había miedo, y la llamada mano de obra desocupada no cesaba de cometer atentados”, recuerda López Muntaner para arrancar con un balance de lo que vivió durante este aniversario.

“Me acuerdo que entonábamos una canción que decía 300 atentados y Tróccoli sentado. Quizá le exigíamos a la joven democracia que tuviera una profundidad que sólo se logra con la participación, la lucha y el compromiso del conjunto de la sociedad, o por lo menos, de las grandes mayorías sociales. El kirchnerismo vehiculizó ese torrente democratista y modernizador, que estaba obturado por la impunidad consagrada durante el menemismo”, prosiguió el legislador.

“El rol de los organismos defensores de los derechos humanos, junto a las organizaciones políticas y sociales que no abonaron la teoría de que la impunidad y el olvido resultan sinónimos de progreso y avance, sino, por el contrario, muestras de una democracia arcaica y superficial, sembraron las bases para lo que vendría después”, agregó.

Mientras avanzaba el diálogo, “El Taka” recordó: “Con la llegada de Néstor al gobierno, ese caudal arrollador, lleno de vida y esperanza, sirvió para acompañar y respaldar una política transformadora en la materia, que hace e hizo que hoy la Argentina sea en materia de defensa de los derechos humanos, vanguardia y modelo entre todos los países del mundo”.

“Los pueblos hermanos de la región nos miran con atención. Ellos también saben que las heridas producidas por el terrorismo de estado, que constituyen crímenes de lesa humanidad imprescriptibles, no cicatrizan poniendo un manto de olvido sobre lo que ocurrió en las historia de los años 70 y 80”, agregó López Muntaner.

Por último, mientras lo aguardaban para una nota con un canal del exterior, el referente del mariottismo en La Plata concluyó: “Con respecto al futuro soy optimista, lógicamente. Argentina dejó de ser un país de ficción donde la justicia se manejaba por teléfono y la sociedad observaba pasivamente por televisión cómo los dueños del poder se repartían los restos de una país que se hundía. El kirchnerismo marca constantemente huellas que nadie borrará. Verdad, Memoria y Justicia ya no son meras consignas, constituyen una política de Estado que, aunque debemos proteger, cuenta con un consenso social único”.