sábado 20 de abril de 2024 - Edición Nº -1963

Información General | 31 jul 2014

Entrevista a “Tito” Arroyo

El calvario del “perejil” del Mundial que estuvo 12 días detenido sin causa

Cuando terminó la final Argentina – Alemania, “Tito” salió caminando para la casa de su novia, pero en 49 entre 7 y 8 un policía lo agarró al boleo. Luego de estar detenido e incomunicado durante casi 2 semanas fue liberado el pasado viernes. En diálogo con infoítica.com.ar, Arroyo contó todo lo sucedido


Por: Walter Comiso
Luego de haber pasado 12 días detenidos, Federico “Tito” Arroyo recuperó su libertad y habló sobre el calvario que vivió después de ser apresado por la policía en el centro platense, en medio de los festejos por subcampeonato de la selección argentina en el Mundial.

Este estudiante de Economía oriundo de Trenque Lauquen asegura que fue agarrado al boleo por un efectivo policial que inventó que lo había insultado. Muchos de los otros 19 detenidos, dicen que fueron detenidos en una situación similar. A última hora del viernes fueron todos liberados menos dos que no pudieron acreditar su domicilio, uno de los cuales está en situación de calle.

Después de ver el partido en lo de un amigo, iba de vuelta a casa caminando por 49 entre 7 y 8, cerca de los festejos pero sin saber que había incidentes, cuando vino corriendo un oficial, me tomó de la parte de arriba del buzo y me llevó al camión donde estaban subiendo a los detenidos, mientras les decía a los demás policías que yo lo había insultado, cosa que no era cierta. Nos trasladaron a la comisaría 1º, y allí estuvimos en una especie de calabozo que estaba todo mojado, incluso había sangre de una persona lastimada y hasta orina. Como no teníamos dónde sentarnos, estuvimos parados hasta que nos sacaron esposados y nos llevaron a un cuartito, donde dormimos la primera noche, algunos sentados en el piso con la cabeza apoyada en las piernas y otros en una silla, todos en círculo.

Unas pizzas que no eran más que una masa pintada. Además, pasamos mucho frío porque al lugar le faltaban las ventanas y la puerta estaba abierta, así que era como estar a la intemperie.

En la comisaría estábamos incomunicados. De hecho, yo les di el teléfono de mi novia para que le avisaran porque seguramente me estaría esperando en casa, ellos me dijeron que se iban a contactar y nunca lo hicieron. Gracias a que el amigo con quien había visto el partido llamó al 911 mi familia pudo saber que yo estaba ahí. Al día siguiente nos llevaron a la alcaldía que está dentro de la fiscalía pero no llamaron a nadie, entonces volvimos a la comisaría. Recién el martes, cuando fuimos nuevamente a la alcaldía, pudimos hablar con el defensor oficial.

Sí, en la comisaría. Era “Firmá o firmá” y no te dejaban leerlo,* pero no te quedaba otra porque te apuraban y te decían que luego de firmarlo íbamos a salir.

Físicamente, en mi caso no, pero en otros casos sí. Sin embargo, el maltrato era mediante presiones, como cuando nos hicieron firmar y no nos quedó otra que agachar la cabeza.

En ningún momento. Ellos se enteraron por el llamado de mi amigo al 911. Cuando fui a hablar con el defensor encontré a mi mamá, mi novia y mis amigos en el pasillo, entonces me acerqué y le di un beso a mi novia, pero después tuve que seguir con el policía que me llevaba. Ése fue el único contacto, ninguno tuvo la posibilidad de hablar por teléfono.

No, unos días después nos trasladaron a otra comisaría que no recuerdo (sus amigos afirman que se trató de la 6º), y ahí había un oficial que nos trataba bien. Igual, las condiciones del lugar eran desastrosas, pasamos mucho frío porque estaba todo abierto, tuvimos que poner una botella para tapar el inodoro porque de ahí salían lauchas, y yo no me bañé porque tenía que hacerlo con agua fría. Después estuvimos en la alcaldía, donde nos trataron bien, nos dieron de comer y estábamos en especies de habitaciones grandes con camas y ducha con agua caliente.

No, no declaré nunca. Cuando nos citaron el abogado dijo que no declaráramos porque ya había elevado un Hábeas Corpus (por detenciones injustificadas, finalmente rechazado), entonces declarar o no hacerlo iba a ser indistinto, no nos iban a liberar más rápido. Yo pensaba que si declaraba ya se terminaba todo.

Lo hablábamos entre nosotros todo el tiempo pero había mucha desinformación. Se decía que los delitos eran resistencia a la autoridad, robo e incitación a la violencia. Pero cuando estuvimos en la alcaldía los del servicio penitenciario nos dijeron: “Ah, ustedes vinieron para hacer estadística”, como que ya sabían que habían metido gente que no tenía nada que ver, como ganado.

Son dos chicos que compartían conmigo la habitación de la alcaldía. No los liberaron porque no pudieron constatar sus domicilios para hacer el Informe ambiental. En un caso, porque lo tenían mal anotado. Pero en el otro, porque se trata de un chico de la calle; uno de los que estaban detenidos lo conoce porque trabajaba en el McDonald’s de 8 y 50 y sabía que era el chico que cuidaba los coches afuera.

Fuente: infolitica.com.ar

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias