Federico “Tito” Arroyo salió de la casa de su amigo Nicolás el domingo 11 de julio, un buen rato después de que Argentina se consagrara subcampeón del mundo. En pleno Centro platense camino a su casa, donde lo esperaba su novia Luciana Álvarez, un policía lo agarró del brazo y les avisó a los otros agentes “acá tengo uno”.

Alrededor de la 1 de la madrugada, Luciana llamó a los amigos de su novio para saber dónde estaba, pero nadie supo qué decirle. Decidieron llamar al 911 y, cuando el patrullero llegó, reconocieron que el nombre de Federico “les sonaba”. Se fueron y 20 minutos después llamaron a los amigos del detenido prometiéndoles que “en 24 horas” salía. Este miércoles se cumplen 10 días.

Según contó Luciana a INFOBLANCOSOBRENEGRO, cuando Federico pudo hablar con su mamá, le dijo “Yo no vi tumulto, no vi nada…si no no hubiese pasado por ahí”.

Ese domingo, “Tito” fue llevado a la comisaría 1ra junto con otros detenidos. Según cuentan sus allegados, fue obligado a firmar una declaración sin poder leerla y “durmió” sentado en una silla, ya que estuvieron todos hacinados. El lunes por la mañana, cuando sus amigos se acercaron a la comisaría, vieron a varias personas golpeadas. Eso les causó aún más preocupación y exigieron ver a Federico. La policía no los dejó, y les aclaró que como eran “tantos” los detenidos no habían podido declarar todos: nuevamente, “mañana sale”.

El lunes por la noche, Federico fue llevado a la comisaría 6ta, y el martes trasladado a la fiscalía para declarar. Su abogado defensor, que también defendía a los otros 19 detenidos por la supuesta “intimidación pública”, les recomendó que no declaren. El único que lo hizo fue un hombre adulto, que contaba con abogado particular: el domingo de la Final, había salido con sus hijas y esposa a festejar, pero había terminado preso.

Posteriormente, el abogado defensor de Federico presentó un Habeas Corpus por detenciones injustificadas que debería resolverse (por ley) en un máximo de 48 horas. Les prometió a sus amigos que saldría al día siguiente.

Se hizo jueves (día en que finalizaba el plazo del Habeas Corpus), y los amigos de Federico fueron notificados de que iban a tardar ya que había mucha gente detenida y tenían 30 horas de videos para mirar. Ellos denuncian que, mientras debería haber estado mirando el video, el Juez de la causa César Melazo fue atacado en Barrio Norte mientras caminaba con sus hijas. Mientras tanto, la defensa les asegura que “Tito” saldrá el viernes, ya que no tiene antecedentes de ningún tipo.

El viernes se acercaron todos a la fiscalía. El abogado les prometía que “Tito” y los otros 19 detenidos iban a salir, y a las 14 les comunicaron: “rechazamos todos los Habeas Corpus”. Teóricamente, el rechazo fue porque porque se hizo alegando que “estaban mal las caratulas (Intimidación Pública e Instigación a Cometer Delitos) cuando estas estaban bien”, y que solo se quitó la segunda. No se hizo referencia a los videos. En el documento entregado se incluían varios nombres en una misma hoja, es decir, estaban tratando el caso como si los detenidos hubiesen estado todos juntos.

“El domingo siguiente, en fiscalía nos informan que rechazan el pedido de excarcelación. Hacen lo mismo que antes, al entregarnos una hoja con varios nombres donde pareciera que toman la decisión por el grupo de personas en vez de tratar individualmente los casos. Al dar las razones no se refieren a Tito en particular y aclaran que la excarcelación puede ‘entorpecer la investigación’”, cuentan los amigos de Federico.

“Nos comunicamos con abogados privados, y todos nos dicen que nunca se presenta el Habeas Corpus y la Excarcelación a la vez como hicieron acá, ya que de esta forma al rechazar uno automáticamente van a rechazar el siguiente. Fue un error del abogado defensor. Al día siguiente lo envían a una alcaldía,Tito no tiene antecedentes y no hay pruebas de que haya hecho algo. Y en la causa, en ningún lugar dice qué es lo que hizo él”, relatan.

Mientras Federico estaba en la comisaría, pudo comunicarse con los amigos mediante un papel; un comisario lo llevaba y lo traía ya que no les permitían verlo. “Le preguntamos como fue, y nos dijo ‘me llevaron del cuello del pullover y un brazo atrás hasta el camión de la policía, el que me agarró le decía al resto de los policías ‘*este es el que dijo que se la chuparan*’ y yo le decía que nada que ver, que no le dije ni había insultado’”.

Desde hace una semana, Federico Arroyo quiere que la fiscalía y el juez encuentren esos videos de los que tanto hablan. Si los encontraran, podrían verlo a él caminando por 49 de calle 7 a 8, cuando lo reducen y se lo llevan de prepo. Pero esos videos todavía no están disponibles.

“La historia es muy parecida para todos los que están detenidos. Está constantemente visible la intención de alargar los tiempos. En la comisaría sus datos estaban mal, su nombre incompleto, el DNI lo tuvieron mal hasta que la causa estuvo en fiscalía. El domicilio también estuvo mal hasta el día lunes cuando lo preguntamos en la comisaría, ya que era necesario para hacer el Informe Ambiental y de Concepto y Solvencia (se visita donde vive el individuo y se informa sobre él a través de sus conocidos), acción que la Causa indicaba que debía realizarse”

Los amigos de Federico cuentan que el domingo 11, varios menores llegaron a la comisaría con cortaduras en las manos, supuestamente por haber roto vidrieras. Fueron retirados esa misma noche por sus padres, algunos con una ambulancia, ya que no podían ser alojados en las comisarías. Según la tesis de los amigos de “Tito”, muchos de los 19 detenidos (incluido su amigo) serían “perejiles” que darían la imagen de que “se está haciendo algo” frente a los destrozos de la Final. Los familiares de Federico mantuvieron este tiempo una estrecha relación con familiares de los demás detenidos. Y, según explicaron, en todos los casos pueden verse similitudes.

Luciana Álvarez, en diálogo con esta agencia aseguró que ya contrataron un abogado particular, “porque no teníamos respuesta y, como familia, estábamos desesperados”. Ahora su novio está en la Alcaldía II de La Plata, y el resto de los detenidos también fueron derivados a alcaldías: ya no podían tenerlos más tiempo en la comisaría.

Luciana aseguró que sus expectativas están puestas en que “el abogado lo saque, y una vez que esté con nosotros, ahí haremos todo lo que siga. Pero no podemos pensar en otra cosa ahora, más que en sacarlo. Pedimos que se difunda, nos parece una locura lo que pasó”.

Por Mariana Sidoti
@MarianaSidoti