jueves 28 de marzo de 2024 - Edición Nº -1940

Información General | 21 dic 2014

Hermes Binner será el postulante del FA-UNEN

Final para “Cobos Presidente”: baja su candidatura y la UCR va dividida en tres

El destino del Frente Amplio – UNEN quedó sellado desde el momento en que Elisa Carrió lanzó la operación “Macri Presidente” dentro del espacio que hace menos de un año era vedette de la política argentina. Carrió demostró que puede utilizar un poder corrosivo importante, pero también que aquella construcción era endeble como una casita de naipes.


Instalados como candidatos firmes, Daniel Scioli, Sergio Massa y Mauricio Macri – las tres figuras más marquetineras y mimadas por los grandes medios de comunicación – fueron transformándose, cada uno a su manera, en potentes centros de gravedad.

Las figuras en ascenso de dos de ellos (Massa y Macri) dividieron al radicalismo y posibilitaron la aparición, en su interior, de estrategias divergentes y, para peor, contrapuestas.

Como se sabe, en las próximas elecciones, radicales seguirán siendo todos, pero un sector acompañará a Massa (con el senador Gerardo Morales como punta de lanza), otros irán tras los pasos del poco o casi nada juntavotos (pero de gran presencia en el multimedios Clarín), Ernesto Sanz, y habrá un tercer espacio de dirigentes y militantes que seguirán apostando por la unidad que construyeron con el Partido Socialista, el Gen, Libres del Sur y otras fuerzas menores.

Como nunca, después de aquella foto del lanzamiento del FAUNEN que quedará por siempre entre los recuerdos menos valiosos de la UCR, estaba claro que el viejo Martín Fierro tenía razón cuando aconsejaba “no confundir hinchazón con gordura”. El desmembramiento inevitable de aquél acuerdo político es hoy asumido silenciosamente por toda la dirigencia de la UCR

Las tesis en pugna, y las visiones dispares sobre qué es y cómo se construye el poder

La Unión Cívica Radical es, para muchísimos ciudadanos bonaerenses desprevenidos y de mirada corta, un partido de minorías, añejo, sin figuras atractivas, y, sobre todo, con el destino marcado: bueno para aportar estructura partidaria (es uno de las más viejas del continente) pero ineficaz para ganar con candidato propio, gobernar y representar mayorías populares, una virtud que lo distinguió históricamente junto al peronismo.

La fuerte caída de imagen de la UCR post Fernando De la Rúa aporta argumentos relativos que abonan esta teoría, pero los acuerdos que el radicalismo bonaerense puso a jugar en cada turno electoral tampoco ayudaron al viejo partido, sino más bien lo contrario.

Contra esa concepción pujan actualmente dirigentes que impulsaron a Julio Cobos hasta estos días, en función de dos principios básicos: es el mejor posicionado en algunos sondeos que encargaron y en los que confían, y expresa una suerte de “término medio” de los múltiples sectores en los que se atomizó el partido desde el 2001.

Cobos supo entender ese rol asignado por otros y apoyado sobre sus hombros. Dijo que iba a ser candidato a presidente, llamó a la unidad de la UCR, habló del “camino propio”, y amagó con enfrentar a Hermes Binner en una gran interna abierta (las PASO) que evitara fugas de dirigentes radicales hacia el massismo o el macrismo. Esa fue la canción que entonó hasta las últimas semanas, y sobre todo, los últimos días, intramuros, y también en las puertas de cada comité.

Pero es un secreto cada vez más difundido entre los principales referentes radicales que el ex vicepresidente mendocino ya no piensa dar la pelea grande. A lo sumo será candidato a gobernador de su provincia.

Hace un par de semanas se lo comunicó formalmente a los dirigentes más encumbrados del frente: Hermes Binner, Margarita Stolbizer, Ricardo Alfonsín, Ernesto Sanz, Gerardo Morales y unos pocos más. Todo, con el mayor hermetismo posible, con el fin de evitar una nueva estampida de dirigentes intermedios que miran de reojo, en todo el país, al Frente Renovador y al PRO.

Ocurre que el grueso de la dirigencia del interior y de algunos distritos bonaerenses le asignan bajas chances electorales al frente progresista en cualquiera de sus formas o variantes, y con cualquiera de sus candidatos.

Quieren acordar con Macri o con Massa para llevarlos en la punta de la boleta electoral, y de esa manera, ser “competitivos” en cada distrito. Quienes integran ese grupo de dirigentes creen que un acuerdo con sus actuales aliados dejaría a la UCR con menos concejales, intendencias o gobernaciones.

La semana pasada se supo que el jefe de gobierno porteño había cerrado un acuerdo para llevar al dirigente radical Sergio Panella como candidato en La Plata. Son los primeros pasos de lo que viene. En verdad, de una parte de lo que viene.

Gerardo Morales abraza a Sergio Massa con fruición, y opera día y noche para arrimar boinas blancas al Frente Renovador. El intendente de San Isidro, Gustavo Posse, pugna por amalgamar a ex correligionarios, y otros jefes comunales hacen lo mismo, con mayor o menos éxito, según el criterio que se use para ponderar el peso de cada nuevo massista proveniente de la UCR.

Macri los tiene a Sanz, Elisa Carrió (a esta altura, de dudosa chapa radical), y a Oscar Aguad, entre otros.

Cobos vio esa estampida, supo que no podría, o no quiso, detenerla, y se refugió en su pago chico. Por eso desempolvó su candidatura a gobernador y pidió que la decisión se mantuviera en reserva. No sólo, como dijimos, para evitar más alineamientos por fuera de la UCR, sino para dejarle a sus compañeros de ruta actuales una carta con la que jugar en la negociación hacia el interior del FA-UNEN.

La definición

Todos, de cualquier manera, y aunque continúen haciendo “como si” Cobos estuviera en carrera, ya trabajan por una fórmula que no tiene vice, pero que tiene candidato a presidente, la de Hermes Binner.

El segundo (vice) de la fórmula, se presume, será radical y tendrá el rol de contener correligionarios, representarlos y articularlos en la coalición que se renueva, y sobre todo aportar la impronta del partido centenario dentro del FA-UNEN.

Bien podría haber apostado a retomar la gobernación santafecina Don Hermes, pero sorprendiendo a propios y extraños (y quizá acusando cierto cansancio personal, por qué no), optó por “tomar el bastón de mariscal” y encabezar la propuesta que agrupará a los que no acordaron con el macrismo o el massismo.

Ricardo Alfonsín trabaja para contener la tropa bonaerense tras ese objetivo, Libres del Sur sabe que la opción es la mejor por ser la única posible entre las que le dan continuidad al frente, y Margarita Stolbizer respiró aliviada al conocer la decisión de Binner. Temía que semejante peso recayera sobre ella, más abocada en afianzar su propuesta en la provincia que en eludir ese paso e ir por la presidencia en 2015.

Detalló los aspectos centrales de esta estrategia a algunos de los propios durante la semana que pasó, de forma tajante y con una frase que puso su posición en blanco sobre negro: “¿ Hay alguien que tenga alguna duda?”, preguntó. No volaba una mosca. Aprobado.

El lanzamiento de Binner y el repliegue de Cobos

El próximo 5 de enero está previsto un encuentro de la Juventud Socialista en Mar del Plata, con la participación de unos 3.000 pibes y pibas de todo el país.

El escenario fue elegido porque hasta Don Hermes, que posó el verano pasado sobre las arenas marplatenses con mocasines y pantalón de gabardina, sabe que la ciudad feliz acapara todas las miradas durante enero y febrero, y es el centro de la política electoral.

Allí se los verá a todas las figuras públicas, por la rambla, en el teatro, en programas de TV, y si es necesario para arrimar algún voto, haciendo de guardavidas.

Binner ese día lanzará su candidatura, de no mediar algún cambio de último momento. Y lo hará con la intención de transmitir que lo hace con la intención de “jugar fuerte”.

Ricardo Alfonsín sabe que será el postulante por el que militará, y contiene a la tropa bonaerense (como puede) con la promesa de que “habrá candidato propio, del FA-UNEN”, y sabe que ese hombre es Binner.

Pero quizá en enero todavía Cobos mantenga el suspenso (se habla de marzo como el mes en el que lanzaría su candidatura a gobernador y se bajaría formalmente de la presidencial), y Alfonsín deba desistir de levantarle el brazo ese día al líder del Partido Socialista.

Pese a todo, el hijo del ex presidente camina tras las huellas del socialista, lo contrario, piensa, sería entregarle el partido de Alem a los otros opositores al kirchnerismo.

Cosas de la política. Asuntos de un radicalismo que está en permanente estado de ebullición y debate, solapadamente, sin ámbitos orgánicos, y con pocas caras lindas que presentar en las listas. Pero que sigue siendo la segunda estructura política de la Argentina. Con, o sin Cobos.

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