“De confirmarse el paro de 48 horas, se descontarán los días de huelga en la próxima liquidación”, disparó Alberto Pérez. Sin embargo, aseguró que por el momento no está previsto decretar conciliación obligatoria.

“En un momento internacional donde la Argentina está pujando con capitales especulativos extranjeros, y a la vez la Provincia está liquidando el segundo tramo del acuerdo alcanzado hace apenas tres meses y estando abiertos al diálogo, anunciar un paro es una acción fuera de contexto”, se quejó el funcionario provincial.

“Desde el gobierno de la provincia seguimos convocando al diálogo con los chicos en las aulas, que es el camino para la resolución de cualquier tema que esté pendiente y de esta forma se trabajó en las comisiones técnicas que hemos llevado adelante después del cierre del acuerdo".

Pérez también barajó la posibilidad de reunirse con los dirigentes de los gremios que componen el Frente Gremial (Suteba y la FEB), asegurando que no tratará paritarias ni aumentos salariales. “Intentaremos de aquí al lunes juntarnos para ver los temas que se pueden ir encaminando, los no salariales, porque siempre los hemos abierto para trabajarlos y reflexionar juntos en esto”, dijo.

“Quienes tienen estabilidad laboral, que la han conseguido con muchos años de trabajo y lucha, y quienes tienen la posibilidad de recomponer su salario en paritarias, que hace cuatro meses han recompuesto sus salarios por arriba del 30 por ciento, debe reflexionar si el camino hoy en Argentina es dejar a 4 millones de chicos en las escuelas públicas sin clases”, apeló el funcionario.

“Sabiendo que son parte de la sociedad y son representativos en esta Provincia, en este país van a reflexionar. No es el momento en el país para tomar este tipo de medidas, tenemos que pensar en el conjunto”, insistió.

Además, el ministro de Ministros aseguró que luego de 7 años los incrementos salariales habían alcanzado un 354 por ciento de aumento. “Año tras año, la gestión provincial puso sus mayores esfuerzos y maximizó sus recursos para otorgar un mejor salario y una mejor calidad de vida a sus trabajadores, tomando como política social el sostenimiento del poder adquisitivo de los trabajadores, al margen de los vaivenes de la economía”, planteó.