jueves 25 de abril de 2024 - Edición Nº -1968

Información General | 22 nov 2014

"Va a ser la nueva Evita", dijo Fernando Burl

Show y “caridad”: Jésica Cirio ya tiene equipo de prensa, visitó un Hogar de Niños y regaló no se sabe qué

El romance entre el diputado (¿FPV?) Martín Insaurralde (por estos días, “MI”), y su flamante y mediática esposa, Jessica Wanda Judith Cirio Perutich (Jésica Cirio, desde hace rato), es una fuente inagotable de noticias de color, en su mayoría muy bizarras, y que intentan transportarnos a un mundo de irrealidad pantallezca y virtual. Pero existe la realidad, malas noticias.


La prensa y cierto sector de la política la ataca duro a la pobre Jésica. En todo caso, si es frívola y faranduliza la política, no es la única ni será la última. Y además, lo hace con el aval de su marido, que o es o se hace. Media Argentina se lo pregunta.

Ayer debutó con un nuevo servicio de prensa propio, que difunde las actividades de la modelo. El primer cable, o gacetilla que difundió dicho servicio fue muy poco feliz, y hasta hubo que chequear que no se tratara de una broma de mal gusto operada por algún rival de MI.

El texto consignaba: “La modelo Jésica Cirio visitó hoy el hogar de niños y jóvenes ’También son nuestros’ de Lomas de Zamora, donde realizó una donación de parte de lo recibido como regalo en su casamiento con Martín Insaurralde”. Sí: agarró, según su equipo de prensa, los regalos que recibió y los “pasó de mano”.

Explicaciones plausibles:

a) Jésica se casó y sufrió un súbito ataque de caridad, le pidió a MI que le ponga un grupo de gente a hacerle prensa (porque las “buenas obras” sólo sirven si son mediatizadas al tope, en revistas, portales, radios, y todo medio de comunicación posible), y entonces salió corriendo a algún Hogar que asista a niños humildes (¿Evita? ¿Les suena?).

b) Como no tenía tiempo de llevar muñecas y pelotas de fútbol, agarró los regalos de su boda que tenía a mano. Suena poco verosímil. ¿Qué le podrían haber regalado a la pareja amiga de Show Match que pueda servirle a un niño o niña en situación de vulnerabilidad, pobre, y con necesidades básicas insatisfechas? ¿Un pedazo de torta? ¿Un conjunto de ropa interior? ¿Un libro de Bucay?

Esto no es una broma, está bien aclarado en el parte de prensa de su nuevo equipazo de comunicación: regaló los objetos que compraron vaya a saber quiénes. , No queda lindo, no es bien visto, no corresponde, entregar como obsequio un regalo que se acaba de recibir. ¿Ud. lo hace estimado lector?

Salvo que para su boda Jésica haya recibido innumerables juguetes que no le sirven. Y esto, escrito sin doble intención: queremos decir que a lo mejor la pareja recibió de regalo de bodas autitos de colección, muñecas o alguna “Play” , evitemos el humor soez por favor.

“Agradezco a todos los invitados que nos dieron una mano para ayudar a este hogar”, destacó Cirio. Pero el comunicado no habla de donaciones, sino de un pasamanos de obsequios: de casa a al casamiento de la parejita, y de allí al Hogar de niños, nada de solidaridad, vaya a saber a quién se refería la modelo.

Evita, evita todos los males

Así decía una canción humorística de los 90. La figura de Eva Perón puede ser reivindicada por quien quiera (no tiene propiedad intelectual, ni moral, es de la gente), pero estaría bueno que se la reivindique en otro plano que la copia burda y demagógica.

Eva Perón creó una fundación estable, con políticas y estrategias de intervención permanente sobre las franjas más empobrecidas de la sociedad, no armó una operativo de lavado de imagen.

Jésica hizo esto último. La prensa dedicada a la farándula, amarilla e impía, y que le dio incontables minutos de aire por TV, había estado con ella durísima esta semana. Se difundieron fotitos de la época “pre-bataclana”, en ropa interior y algunas pavadas más.

Ante la superficialidad, la indignidad, y la intromisión de esa prensa amarilla es mejor arremangarse y hablar con el alma, si el alma tiene algo que decir. Y actuar con el corazón, sin escenarios preparados. Al fin y al cabo, eso es lo que perdura, la gente lo palpa, lo siente, lo descifra.

Pero también es dable admitir un interrogante que no se puede obviar: ¿no es, acaso, otro capítulo de una trama que empezó hace tiempo, y que lleva consigo la insoportable levedad del ser expresada hasta el paroxismo?

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