viernes 19 de abril de 2024 - Edición Nº -1962

Información General | 25 ago 2014

Denuncian negligencia e improvisación

Teatro del Lago: duro comunicado del Colegio de Arquitectos tras la muerte de un trabajador

A 10 días de la muerte de un hombre mientras trabajaba en la restauración del Anfiteatro Martín Fierro ubicado en el Paseo del Bosque, la seccional regional del Colegio de Arquitectos bonaerense acusó a los gobiernos municipal y provincial de falta de seriedad en las obras


Más de una semana después de la muerte de un trabajador en el Teatro del Lago, el Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires distrito uno publicó un comunicado muy crítico por cómo se comenzaron las obras de restauración del histórico espacio cultural sin los estudios previos pertinentes.

Julio Cesar Carballo murió al ser aplastado por un trozo de mampostería de la cúpula del Anfiteatro Martín Fierro mientras quitaba malezas que habían nacido en la agrietada estructura. Pocos días antes, la Municipalidad de La Plata y el Instituto Cultural bonaerense habían firmado un convenio para terminar con el estado de abandono en el que se encuentra el anfiteatro. Sin embargo, ninguna dependencia gubernamental aclaró de quien dependía el hombre que murió en el accidente, ni qué hacía allí.

A continuación, el comunicado de la sede regional del Colegio de Arquitectos:

Como es de público conocimiento, un operario falleció mientras realizaba tareas que no fueron debidamente especificadas, en el marco de los trabajos de limpieza y desmalezamiento del Teatro del Lago. Una muerte absurda y producto de la negligencia de sus gestores.

Sin lugar a dudas, las tareas de construcción, restauración o mantenimiento edilicio deben contar con estudios preliminares, planificación y supervisión profesional de acuerdo a las reglas del buen arte de construir y a las normativas de seguridad en obra vigentes. Más aún al intervenirse un edificio que reviste de valor arquitectónico, es que se debe indudablemente dar lugar a la intervención de especialistas en restauración.

Al mismo tiempo, los operarios ejecutores deben ser necesariamente personal capacitado, contar con todos los elementos de seguridad necesarios y desarrollar las tareas según un estricto plan de trabajo. A la luz de los acontecimientos, nada de anteriormente expuesto fue considerado.

El fatal accidente no hace más que poner en evidencia que la improvisación y la falta de profesionalismo pueden tener consecuencias mucho más graves que una mera intervención arquitectónicamente desacertada. Una lección que nuestros gobernantes no debieran olvidar.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias