jueves 28 de marzo de 2024 - Edición Nº -1940

Información General | 19 nov 2014

Curiosidades de un día histórico

Un testigo de la fundación de la Plata narra "el Lado B" de la ceremonia: entre lomas, pastizales y fundido por el sol

En el sitio "La Plata Ciudad Mágica" se retoman aspectos no muy difundidos sobre el día en el que Dardo Rocha colocó las piedra fundamental de la nueva capital bonaerense. Los medios de transporte, la geografía, el clima y detalles de la organización, contrastan en el testimonio de uno de los invitados con el progreso que iba, muy pronto, a distinguir a la nueva Ciudad emplazada sobre las Lomas de la Ensenada.


Uno de los asistentes al histórico acontecimiento fue un vecino de Cañuelas, Félix Tettamanti, que tiempo después se radicaría en La Plata, “donde llegó a ser uno de los ciudadanos más conspicuos y prestigiosos”, según cuenta el sitio web.

Compartimos con nuestros lectores algunos pasajes de lo que contó Tettamanti, que terminó haciendo de su testimonio una pequeña semblanza de los tropiezos que se vivió aquel 19 de noviembre de 1882.

- “En las primeras horas de la mañana comenzaron a partir de la vieja estación central de Buenos Aires los trenes especiales con las legiones de viajeros de la capital Federal y de las distintas zonas de la provincia”.

- “Las comisiones designadas por el gobierno y el directorio del ferrocarril lo habían previsto todo, hasta donde estás cosas pueden preverse, salvo el hacinamiento en los coches y sus naturales efectos bajo la atmósfera de fuego”.

- “La cosa no hubiera tenido gracia ni novedad entonces si se hubiera tratado de llegar desde Tolosa por terrenos llanos y más o menos nivelados pero la estrecha vía alargándose sobre las lomas motivaba un subibaja continuo con accidentes y emociones de montaña rusa, y con desesperado esfuerzo de los caballos, jadeantes bajo el látigo y las imperfecciones de cocheras y porteadores”.

- " Después venía lo emocionante y lo entretenido: el traslado desde ese punto final las nuevas vías. Hasta la plaza que se llamaría Mariano Moreno. Para entender ese itinerario la empresa ferroviaria había tendido una vía de caudillos con locomotoras disponibles para los coches oficiales y con zorras fraccionadas a sangre y cuarteadas a la cincha para los que formábamos la gran masa democrática".

- “Menos mal y con una alegría de muchachos, que alcanzó a los que habían dejado de serlo, llegaron a la plaza todos los viajeros del ferrocarril confundiéndose con la multitud de jinetes de los pueblos más o menos próximos. Sólo la paisanada de San Vicente formaba una caballería de 500 hombres”.

- "Los grandes grupos distribuidos en el campo y desafiando aquel sol más fuerte que el apetito provocado por el viaje, el sitio, y la hora avanzada, nos aprestamos a saborear la carne con cuero preparada nada menos que bajo la dirección de José Hernández, el autor de Martín Fierro, autoridad máxima en estas cosas camperas.

- “Pero ni él ni nadie cayó en la cuenta de que aquella carne dispuesta por necesidad desde largas horas antes no resistiría a la acción destructora de la atmósfera excepcional, fue imposible probar bocado y para colmo faltaba el agua, no recuerdo si en absoluto al menos, en cantidades proporcionada a la necesidad tremenda de beber para el alivio del calor y del cansancio”.

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