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Nicolás Harispe / @nicolasharispe

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Beatriz Jasime tiene 92 años y vive en la ciudad de La Plata. Para ella ni Berisso ni Ensenada dieron origen al 17 de octubre, jornada que la tuvo como protagonista. Es tan platense que insiste: "La cuna del peronismo es La Plata, porque acá vivían los primeros obreros que salieron para defender a Perón".

La entrevistada por Info Blanco Sobre Negro, además, es hija de un capataz del histórico frigorífico Armour,  y cuenta que entró "del brazo de Cipriano Reyes" a la Plaza de Mayo aquel día en el que se sublevó el subsuelo de la patria, parafraseando a Raúl Scalabrini Ortiz.

Nos cuenta que trabajó en la Dirección de Turismo gracias a su "tenacidad" para "colarse en Casa de Gobierno".

"Me sentaba en un pasillo a esperar a quién era en ese entonces el gobernador peronista de.la provincia de Buenos Aires, Domingo Mercante", agrega. 

Se hizo famosa entre directores y compañeros de trabajo por sacar - pese a haber cursado sólo estudios primarios- un 9 en el examen para ingresar al estado bonaerense.

"Fui encargada de la isla Paulino y también de los viajes de los chicos a Mar del Plata", cuenta en la charla con este portal. Y agrega. "Terminé mi vida laboral en el Registro de la Propiedad a los 73 años".

Sin dudas, una vida de trabajo con todas las letras.

Beatriz ("Yaya" le dicen sus nietos) es afiliada de IOMA y se anotó para vacunarse el 27 de diciembre del año pasado.

"Me da mucha angustia ver jóvenes festejando en Facebook que fueron vacunados. Yo sé que es porque trabajan como docentes, pero pueden caminar por la calle, ver a sus familias, sentarse en un banco de alguna plaza a sentir el sol, ver la gente correr y tantas cosas lindas. Yo ni siquera puedo salir de mi casa, mis nietos no me pueden visitar y me siento muy sola desde hace muchos meses", relata durante la entrevista.

A su bisnieta la mira desde lo lejos hace ya un año. "El último abrazo que recibí no me acuerdo cuándo fue. Mi familia me quiere mucho, pero por eso, me explicaron, ni se me acercan. Es muy triste sentir ese rechazo o esa distancia a los 92 años".

Una vecina más joven se comunicó al WhatsApp de Info Blanco Sobre Negro y nos contó sobre su caso. La entrevistamos desde la vereda, pero pese a la distancia Beatriz estaba contenta: "Para ustedes es un trabajo, pero para mí, que vivo encerrada acá, es una distracción", comentó al final de la charla.

Sólo pide "que algún funcionario de IOMA" se comunique con su familia para poder abrazar a esa bisnieta que mira a diario cuando le llevan la comida de la noche.

"Quizá dentro de un año me vacunen, ¿pero cómo recupero ese tiempo? Todos los días le ruego a Dios que me llegue el aviso de que mi vacuna ya está preparada. Sería volver a nacer", dijo cuando se despedía.

Si alguna autoridad logra que sumen a Beatriz a la lista de personas que se inmunizarán en breve, puede comunicárselo a la cuenta de Instagram de una de sus familiares: @maviar2018. O al número de teléfono que dejó al momento de inscribirse.