Información General | 21 ene 2021
Entrevista
Braian, un cartonero de la nueva generación
Por Vanesa Herrero, licenciada en Trabajo Social, docente investigadora de la Universidad Nacional de La Plata.
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Pasaron más de 20 años desde la primera aparición masiva de las y los llamados cartoneros, allá por los años 2000, 2001. Lejos de dejar de existir, el número de personas que se dedican a reciclar residuos sólidos urbanos sigue creciendo. Hoy las anteriores y nuevas generaciones de cartoneros alzan la voz, se representan en organizaciones, arman cooperativas y luchan por el derecho a dignificar su trabajo.
En el galpón de la cooperativa Cartoneros Unidos del MTE me encuentro con Marisa, promotora ambiental, que me abre las puertas del lugar. Como parte de mi trabajo de investigación para la UNLP le pedí si podía contactarme con algún cartonero que trabajara allí para hacer una entrevista. Después de compartir unas palabras me dice: “Hablá con el delegado”. Y bromean sus compañeros: "¿Dónde está el delegado?”.
Me encuentro con él, nos saludamos según los protocolos. Nos sentamos en un rincón, entre los camiones recolectores, bolsones de materiales y la basura que esta por todas partes. Porque eso hacen ahí: trabajar con la basura que todos tiramos pero pocos reciclan. Botellas, papeles, vidrios
rotos, cartones. Pero también zapatillas, ropa, bolsas sucias, restos de comida, trapos sucios, desperdicios. Cosas que no deberían estar ahí pero llegan con la famosa BOLSA VERDE del municipio.
Según me cuentan Braian y sus compañeros, ese es el trabajo más complicado que les toca hacer, "trabajo de hormiga" les digo: separar lo que sirve de lo que no. La BOLSA VERDE es la que trae al galpón malos olores, bichos, bacterias, etc. Y es lo que todos nosotros le dejamos a ellos para
reciclar.
Brian, el delegado tiene 21 años, es de los Hornos, vive con sus papás y con su novia. Se expresa con timidez y seguridad al mismo tiempo, es por demás amable y coherente en cada respuesta. En su mirada se nota la humildad del barrio pero también el respeto. Lo primero que me llama la atención es su edad, entonces le pregunto desde cuándo empezó a ser cartonero.
B: A los siete, con carrito a mano. La primera vez que salí fue con mi hermano. Él tiene 19 ahora. Salimos los dos ese día. Ahora él también trabaja en la cooperativa. Después empecé a salir solo cuando cumplí los ocho. Solito ahí en el barrio.
¿Y cómo decidiste tomar esa decisión?
B: Lo hice porque estábamos en una crisis grave, estábamos mal, no teníamos para comer. Fue para ayudar en la casa a mi mama.
¿Ibas a la escuela?
Sí, iba a la escuela y salía cuando podía. O cuando tenía colegio salía igual. Y un tiempo deje de ir al colegio para ir a trabajar. En el barrio hay mucho bullying. Pero la gente en la calle es bastante buena, e hice muchos amigos.
¿Quién te enseño el oficio?
Mi papá. La primera vez que salí a cartonear yo tenía siete, estaba con él. En ese momento no tenía trabajo, ni nada.
Mientras lo escucho trazo una línea imaginaria en mi cabeza y hago mentalmente las cuentas: 21 años, a los 7 años, hace 15 años, en el 2007, 10 años en el carro. Ese año mientras yo terminaba la escuela secundaria, un pibe de 7 años salía con su carrito a buscarse el pan acompañado de su hermano dos años menor.
Lo veo saliendo de su casa por calles de tierra, cruzando la avenida en medios de los autos, juntando cartones, volviendo y contando las monedas que puedo haber ganado. No fue hace tanto. Pero Brian no es el cartonero que empezó, porque perdió su trabajo en los 90. Brain es la segunda generación de los llamados nuevos cirujas. Es el hijo del cartonero que apostó a ayudar a sus familias y ahora organiza a otras y otros como él.
A los 17 su mama decidió vender el caballo y el carro porque Brain era el único que seguía saliendo. Mientras carreaba hacía changas como albañil y en una cooperativa de limpieza.
Mientras estaba jugando al fútbol en el Club Brandsen, un estudiante universitario que militaba en el Movimiento de Trabajadores
Excluidos (MTE) y le ofreció trabajo en cooperativa de cartoneros.
Trabajó haciendo encuestas para el Certificado de Vivienda Popular, después limpiando en el depósito, y por ultimo como parte
de la cooperativa. "Primero limpiaba dos horitas y me iba. Después arranqué con los vidrios, porque estaba todo lleno de vidrio acá afuera. Y después de un tiempo entré al galpón. Y gustó como yo trabajo. Nuestro trabajo es reciclar todo lo que se recibe" cuenta el entrevistado.
¿Y que hacen con lo que no sirve?
Eso es todo mugre, lo tiramos .En la bolsa verde viene mucha mugre, no ganamos nada.
¿Cómo te eligieron delegado en la cooperativa?
Me lo gané laburando. Por el tema de la pandemia estaba cerrado y yo seguí como siempre, limpiando.
En plena pandemia de COVID-19 los y las integrantes de la cooperativa hicieron una propuesta solidaria: abrieron la puerta del galpón a compañeros/as que trabajan en la calle con el carro y recibieron sus materiales, ya que todos los depósitos se encontraban cerrados.
"Hoy veo mucha gente que años atrás no tocaba un carro ni con un palo y hoy en día los ves tirando el carro. ¿Y eso duele no?" Me pregunta Braian. No queda más que asentir.
Durante la pandemia y hasta el día de hoy sigue creciendo el número de personas que salen a cartonear, en nuestro distrito y en todo el país. Y cada vez se los encuentra más organizados, peleando por la fuente de su trabajo.
Braian dice que ellos salen a movilizar y no piden mucho: “Sólo que nos aumenten el salario y que la Bolsa Verde venga mas limpia. Hay gente que nos mira como diciendo 'vayan a laburar' y la verdad es que nosotros trabajamos con la basura que ellos tiran”.
Hoy Brain, con 21 años y diez años de experiencia de trabajo en la calle, representa a sus compañeros con los valores del respeto, la solidaridad, el compañerismo y el trabajo.
No me dice que quiere otro tipo de trabajo, le gusta lo que hace. Prefiere soñar que un día serán más reconocidos, que el deposito crezca, tenga mejores maquinas, herramientas, ropa de trabajo, y que puedan recibir
una mejor paga, para crecer y terminar la casa que con esfuerzo está construyendo.
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