El Concejo Deliberante de La Plata tuvo una nueva sesión, la última antes del receso invernal y, quizás, la última hasta después de las PASO. Sin ninguna aprobación de peso, la novedad en el legislativo fue un pedido de informes sobre el enrejado del Teatro Argentino presentado por el oficialismo. Las obras comenzaron esta semana en la vereda de Avenida 53.

La actividad comenzó con una serie de declaraciones de interés municipal. El libro, “Grupo Dependencia, Cómo ayudar a alguien que está en un grupo sectario”, el espacio cultural platense “Trémula Galería”, los circuitos alternativos desarrollados por el grupo “La Plata, ciudad oculta” y las actividades de la ONG “Deportes Barriales en Crecimiento” fueron destacados por el cuerpo.

“Se dan clases semanales gratuitas de deportes en barrios vulnerables, en lugares públicos como baldíos que luego mantienen los vecinos. El promedio de asistencia de 40 alumnos por cada clase es una hora menos de chicos en la calle”, expresó Claudia Rodriguez, titular de “Deportes Barriales en Crecimiento".

Siguiendo con el tratamiento del sumario, como había adelantado este medio, los ediles sancionaron la ordenanza impulsada por Lorena Riesgo que obliga a todos los comercios habilitados para la venta de bebidas alcohólicas a incorporar en su carta la tabla de equivalencias del máximo de alcohol en sangre permitido para conducir. Nota aparte

Otro punto aprobado fue la condonación a la Universidad Nacional de La Plata de una deuda generada por la Tasa de Servicios Urbanos Municipales (SUM). También el cuerpo votó una expresión de preocupación por el acto violento que sufrió un joven militante del GEN.

Minutos antes del cierre de la jornada, Gabriel Bruera presentó un pedido para que el ejecutivo local informe si el enrejado del Teatro Argentino de La Plata cuenta con autorización municipal. Las obras comenzaron esta semana sobre la vereda de Avenida 53 y en cuatro meses se completaría todo el perímetro.

“La Municipalidad puede frenar esta obra”, aseguró a Infoblancosobrenegro el hermano del intendente a la salida del recinto. “Queremos resolver el problema del vandalismo de otro modo como lo hicimos en el Ministerio de Economía bonaerense”, agregó el autor del proyecto que pasó a la comisión de legislación.

Semanas atrás, el FAP había expresado preocupación por la iniciativa del Instituto Cultural bonaerense, haciendo una defensa del carácter público de ese espacio. En ese momento, tanto el oficialismo como el massismo también se manifestaron en el mismo sentido, por lo que gran parte del Concejo está en contra de restringir el libre acceso a la mole de 51 entre 9 y 10.

El cercado busca terminar con las pintadas con aerosol sobre la fachada del edificio y otros hechos considerados como vandalismo. Sin embargo, desde la Municipalidad apuestan a controlarlo con la Policía Local que desde el mes pasado comenzó a detener a quienes son encontrados haciendo graffitis sin autorización. También se creó un registro de murales y de espacios habilitados para ser intervenidos artísticamente.

Según pudo averiguar este medio, la obra no contaría con la autorización municipal por lo que podría llegar a ser paralizada. Mientras tanto, una cuadrilla de obreros trabaja sobre la vereda de Avenida 53, realizando pozos y colocando las bases del cerco que, de no mediar inconvenientes, se terminaría de colocar a fin de año.