Compartimos el comunicado de la agrupación:

Desde marzo de este año, el mundo entero se encuentra atravesando un momento histórico sin precedentes en las últimas décadas, ocasionado por la propagación global del coronavirus (COVID-19).

Las profundas consecuencias políticas, económicas y sociales que ha desatado esta pandemia, podrían ser comparables, o aun peores, que las vividas durante la Crisis del 1929. En esta oportunidad, la vertiginosa caída en el nivel de actividad global se ve acompañada por una grave crisis sanitaria de escala planetaria.

Mientras la actividad económica del sector privado se encuentra prácticamente detenida, aparece un renovado y aceptado rol para el sector público en casi todos los países, que va más allá de las políticas sanitarias.

En nuestro país, en base a la experiencia observada en los países que tuvieron el brote antes, el gobierno implementó (no sin errores), una política temprana de aislamiento social para intentar aletargar la curva de contagios. Los resultados parciales hasta el momento muestran números muy positivos en ese aspecto.

En Argentina, al igual que en otras partes del mundo, esta situación inédita ha generado debates apasionados que muchas veces van teñidos de preconceptos, mezquindades políticas o posiciones ideológicas incompatibles con la realidad del momento.

Es por esto que, desde nuestra perspectiva socialista, creemos que un debate serio debe superar la mirada centrada en juzgar lo que hace el gobierno en lugar de ofrecer una mirada más amplia que plantee cuestiones que van más allá de ese límite.

En ese sentido, creemos necesario que el gobierno elabore e implemente un plan integral con un horizonte mínimo de 6 meses, dejando atrás el enfoque reactivo de medidas que se vienen tomando hasta ahora. Este plan debe contemplar los distintos escenarios posibles y debe guiar las acciones tendientes a la normalización de la sociedad sin descuidar los objetivos planteados de moderar los efectos sanitarios en la población. Se trata, en definitiva, de equilibrar las acciones correctamente para no caer en la falsa dicotomía entre la salud y la economía que sobreviene cuando las acciones no resultan correctamente equilibradas.

Evidentemente, en esta etapa de coyuntura se deben resolver dilemas relacionados con el cuidado de la salud, la estructura sanitaria y la provisión adecuada de insumos. Pero también es necesario evaluar los efectos y consecuencias del encierro en personas mayores, personas con discapacidad y niños, sin dejar de mencionar el alarmante crecimiento de la violencia de género que se verifica en el actual contexto.

En el plano económico, es necesario garantizar un esquema de funcionamiento adecuado que permita contar con todos los productos y servicios esenciales para el normal funcionamiento de la sociedad en estas circunstancias. Se deberán activar mecanismos para que las PYMES, pequeñas empresas, profesionales, comercios, autónomos, cuentapropistas con oficios registrados o no, cuenten con el respaldo necesario del Estado para poder sobrevivir mientras estén impedidos de realizar normalmente sus actividades.

El Estado, desde los 3 Poderes, debe prestar el servicio que corresponde a sus funciones inmediatamente. Es necesario comenzar a trabajar en una agenda post-pandemia para enfrentar los desafíos que nos dejará esta crisis construida sobre la una delicada situación preexistente a la aparición del virus.

En este contexto los Socialistas tenemos la obligación de elaborar nuestra propia agenda porque lo que el corona virus desnuda es la realidad de un país que arrastra décadas de desequilibrios e injusticias estructurales que no han sido debidamente atendidas por ningún gobierno desde 1983 a la fecha.

La insuficiencia del sistema sanitario es alarmante. Seguimos enfrentando problemas graves como el brote creciente de dengue o la reaparición del sarampión. La educación de calidad y verdaderamente inclusiva es por ahora un sueño inalcanzable.

El hambre, el desempleo, la pobreza estructural y la economía extractivista y primarizada siguen sin encontrar soluciones de fondo. Mientras la inflación crónica no cede, el sistema tributario sigue siendo absolutamente regresivo y el sector financiero usurario representa un escollo insuperable para el desarrollo de las actividades económicas y el progreso de las familias.

Desde Convocatoria Socialista, compartiendo valores y principios progresistas y solidarios, apostamos al éxito de nuestro país para poder superar esta crisis y encaminarnos hacia un futuro mejor para todos.

Es por eso que levantando nuestras banderas, apoyaremos todas aquellas medidas que entendamos van en esa dirección pero nos reservaremos siempre el derecho de ofrecer nuestras propias propuestas y de manifestarnos sobre aquello en lo que no estemos de acuerdo.