martes 16 de abril de 2024 - Edición Nº -1959

Información General | 5 dic 2020

Mientras avanza la segunda ola

El año que nos marcó para siempre por la pandemia de coronavirus termina con nuevos desafíos



Argentina aún está muy lejos de España, donde los infectados se multiplican, y la Seguridad social está desbordada. La llamada "segunda ola" socavó nuevamente la estabilidad de toda Europa. Por el contrario, en Argentina todavía los efectos de una nueva etapa de contagios masivos no se dejan ver con una intensidad igualable, pero señales hay.

En ese contexto, el gobierno nacional apura la compra de las primeras 300 mil dosis de la vacuna Sputnik V.

Un vuelo de Aerolíneas Argentinas despegó el martes a las 19:57 desde el aeropuerto de Ezeiza para trasladar las dosis de la vacuna: "Los camiones están entrando al Aeropuerto de Moscú-Sheremétievo y el avión está llegando para cargar los containers", dijo Pablo Ceriani, titular de la empresa en una entrevista a Radio 10.

También se indicó que las 300 mil dosis vendrán en la bodega del avión "en unos separajes que se llaman 'termobox', con un gel refrigerante al que también se le puede agregar hielo seco y que mantendrá durante 60 horas las vacunas a una temperatura de 18 grados bajo cero"

El avión lleva una dotación de 20 personas: de cuatro comandantes, cuatro copilotos y dos de "backup", además de tripulantes de cabina y técnicos.


El impacto de la pandemia de coronavirus en Argentina

La crítica al aislamiento social obligatorio (que hubo primero) y al actual distanciamiento social obligatorio (la "cuareterna" como se le dice en las calles, un neologismo que busca tanto el humor como la manifestación de malestar por las restricciones que generó el virus) se explica fácilmente: con mayores o menores restricciones hay otro ritmo de vida y otros tipo de vínculos sociales desde el 20 de marzo.

En el plano económico el fenómeno afecta principalmente al corazón económico, la región metropolitana de Buenos Aires, que concentra al 40% de la población argentina.

Es imposible precisar fehacientemente a cuánto llegó el daño económico causado por la pandemia. Pero es indudable que Argentina está viviendo una caída económica más grande que la que sufrió en la crisis del 2001-2002, recordada por los sqaueos y la caída del ex Presidente Fernando De la Rúa.


El destino de España también está ligado al de Europa y al de la economía global

Los efectos de la pandemia se sienten en España también, como era inevitable. El fenómeno se repite en todo el mundo.

Más pobreza, menos trabajo y caída en la economía son los tres efectos socio-económicos más graves que registraron los distintos países. Todo, pese a las distintas medidas para enfrentar la pandemia, que ya arroja la cifra a nivel global de 60 millones de infectados y un millón y medio de muertos.

Hasta el 22 de diciembre se registraron en España 1.830.110 casos de infectados, 49.260 fallecidos y 150.376 personas recuperadas. Estas cifras son dadas a conocer por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El Banco Mundial es pesimista sobre el impacto económico de la crisis sanitaria. En todo el planeta, según el organismo  el coronavirus sumirá en la miseria a entre 88 y 115 millones de personas en 2020, pero esa cifra puede crecer, según el BM, hasta los 150 millones el año que viene. Es un panorama que no podría despertar optimismo en ningún analista.

La Comisión Europea advirtió en noviembre que "la crisis de la Covid-19 ha puesto de manifiesto la dependencia excesiva de Europa de los proveedores de materias primas críticas de fuera de la UE", y el continente “depende cada vez más de un número limitado de proveedores externos para algunos bienes, componentes y materias primas fundamentales, así como productos agrícolas”.

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