El 20 de julio, el multimillonario Jeff Bezos ascendió a más de 100 kilómetros de altura a bordo de su cohete New Shepard construido por su empresa Blue Origin. Se trató de uno de viajes inaugurales del “turismo espacial”. El director del Planetario La Plata celebró el vuelo y lo confrontó con el “terraplanismo”. “Creo que, en el fondo, muchos de estos muchachos quieren que los suban a una nave y los lleven al espacio. Aunque pueden llegar a decir cualquier cosa, como que lo que se ve por la ventana no es real. Cuando sos negacionista, sos negacionista”, expresó a Info Blanco Sobre Negro, el director del Planetario de La Plata, Diego Bagú. El New Shepard fue lanzado en el oeste de Texas y ascendió su punto máximo a 106 km de altitud. Junto al magnate Jeff Bezzos, viajaron su hermano Mark, Oliver Daemen y Wally Funk. Ninguno de los cuatro es astronauta.

---

¡DESPEGUE DEL COHETE #NEWSHEPARD! 🚀
¡¡Jeff Bezos, Mark Bezos, Wally Funk y Oliver Daemen van de camino al espacio en el primer vuelo tripulado de #BlueOrigin!! #JeffBezos #NS16 pic.twitter.com/XGymw63NYB

— Frontera Espacial (@FronteraSpacial) July 20, 2021

---

“El turismo espacial hará que la actividad no quede circunscripta sólo a las 500 personas que han volado al espacio. Por más que sea muy caro, hay muchas personas que no son astronautas ni miembros de la NASA que podrán pagar el servicio para viajar al espacio. Por eso creo que ayudará a terminar con el terraplanismo”, aseguró Bagú que en su canal de Youtube publicó un video asegurando que “se termina el fraude del terraplanismo”. El director del Planetario de La Plata consideró que el “turismo espacial irá creciendo con el paso del tiempo como sucedió con los viajes en avión que en un comienzo era para personas con mucho dinero pero luego se democratizó”.

---

El terraplanismo y los peligros de la posverdad

Bagú explicó que tomó la temática del “fraude del terraplanismo” para “evidenciar un problema a nivel mundial que es la posverdad”, y admitió: “Cuando empecé a comentar estas cosas, algunos de la comunidad científica no lo compartían porque planteaban que no me tenía que embarrar o ensuciar”. “Pero lo que me preocupa no es la forma de la Tierra, algo que sabemos hace 200 años, sino el riesgo que conllevan estas pseudociencias. La pandemia lo dejó en evidencia porque no es casualidad que muchos de los sinvergüenzas que abogan por el terraplanismo fomentan los movimientos anti vacunas”, advirtió. Y graficó: “Yo no puedo hablar de cómo se opera un corazón. Si yo lo hiciera y alguien pusiera mi versión como la otra cara de lo que dice un cardiólogo estaríamos en problemas. No es una cuestión de títulos sino de conocimiento”.