En la noche del miércoles no había un solo servicio de noticias de TV, ni alguna “fuente informada” que pusiera en duda la candidatura de Florencio Randazzo a Gobernador. El polifuncional “Gato” Sylvestre hasta llegó a afirmar que sólo faltaba que Randazzo dijera “a qué hora y en qué lugar” confirmaría su postulación. El diario Perfil arrancó, cuando caía la noche, poniendo en duda esa versión, pero acoplándose a la corriente general de hipótesis no chequeadas y pavadas gratuitas de rápida difusión publicó en su sitio web, pasada la medianoche, la versión de que era “una decisión tomada”: el hombre de Chivilcoy bajaba a la provincia. “Aún no se sabe la hora ni la forma en que comunicará a la población su decisión de encabezar la lista del FpV bonaerense”, consignó el diario de Fontevecchia.

El teléfono de la redacción de INFOBLANCOSOBRENEGRO había sonado durante todo el miércoles, desde temprano, con versiones que recorrían una gama infinita de posibilidades. Todos los interlocutores aseguraban tener buenas fuentes. “Es posta posta”, se repetía en cada diálogo. Los portales de noticias locales y nacionales se regodeaban con supuestos informantes dotados de primicias inconfesadas. Los redactores de este medio escuchaban a empleados legislativos que habían escuchado a un mozo que había dicho a un empleado de un diputado que escuchó a alguien de la privada de Randazzo que el ministro había salido gritando furioso de la mentada reunión en Olivos. Pero, al mismo tiempo, también se oían voces que decían que había salido saludando respetuosamente. Y estaban los que decían que se había ido a los abrazos. Un show interminable de chismes, versiones y rumores terminaba de invadir la jornada. Todos comentaban, nadie analizaba, y mucho menos, ponía en duda lo que escuchaba. Los relatos iban a parar a una gran ensaladera en la que cada quien podía servirse a gusto y piacere la versión que mejor se ajustara a la primicia irresistible, imposible de no ser confesada. No tiene sentido relatar los disparates que llegamos a oír ayer. Mucho menos los de hoy.

Hay que entender (opinamos humildemente) que el kirchnerismo mantiene pocas tradiciones desde 2003, pero una es permanente: cualquier nómina es secreto de Estado hasta el último minuto, los elegidos deben firmar la aceptación sin patalear, y las decisiones se toman – y el espacio político electoral se ordena – de arriba hacia abajo. Con eso como bandera, tradición y dogma, es imposible que funcionen demasiados pronósticos o versiones posibles de ser verificadas con un telefonazo fortuito.

Este jueves, con Randazzo afuera de los rumores sobre candidaturas, siguieron los chismes sobre el futuro del ministro. Son los momentos donde se pone a prueba el boludómetro: el enfoque mordaz que le da Enrique Pinti a la palabra “boludo”, y que se acompaña en un video sobre el final de esta nota adquiere un brillo inmenso. Es lógico comentar rumores. Lo que es insólito es comentarlos como verdades reveladas.

LO QUE NOS ANIMAMOS A APORTAR EN LA CONFUSIÓN GENERAL

Lo primero que hay que decir es que cualquier afirmación sobre supuestas listas cerradas a tantas horas del plazo formal tiene un 90 por ciento de margen de error. El dispositivo que arma las nóminas es muy chico, lo integran tres o cuatro personas del entorno más próximo a Cristina Fernández de Kirchner. Decir que se sabe tal o cual cosa sería subestimar la férrea cerrazón que impide acceder a información confiable sobre lo que allí se discute o se decide.

Nosotros, no obstante, y sin contradecirnos, vamos a “dejar testimonio” de los “posta posta” de INFOBLANCOSOBRENEGRO.

En rigor, y para concluir con una bella enseñanza, los dejamos con las sabias palabras de Pinti. Aprendamos de él, no seamos boludos, ni boludas. Eso no quiere decir que no se pueda vaticinar ni especular con una serie de posibilidades en torno de los candidatos de cualquier espacio político. Quiere decir, queremos decir, que usemos la cabeza también para dudar, sobre todo de lo que publica gente como nosotros, que hace periodismo. Que gane el mejor, o los mejores, o los mejores y las mejores.