En diálogo con Info Blanco Sobre Negro, el secretario General de UDOCBA, Miguel Díaz, aseguró: “El paro es extraordinariamente grande, más del 85% de adhesión y en algunos distritos es de más del 90%. Educación hará silencio pero ellos saben que la medida es muy fuerte porque tienen los datos”. UDOCBA fue el primer gremio en sostener la necesidad de suspender las clases en forma temporaria ante el advenimiento de la segunda ola de contagios. Semanas después se sumaron la FEB, SUTEBA y el resto de los sindicatos del Frente de Unidad Docente, aunque estos todavía no definieron medidas de fuerza. “La directora General de Escuelas tiene a la firma la suspensión de las clases, si no lo hace es porque no les importa la gente”, reprochó Miguel Díaz y agregó: “Sabemos que hay reuniones en forma permanente, los expertos le están planteando al gobierno la necesidad de tomar medidas más extremas. Hay que reducir la circulación de personas y en, ese sentido, la educación tiene un papel muy importante”. “El viceministro de Salud bonaerense aseguró en una radio nacional que no tomaban la decisión de suspender las clases por la postura de la oposición y los medios hegemónicos. Esa declaración nos exime de cualquier comentario”, aseguró el titular de UDOCBA. Sobre la posibilidad de profundizar un plan de lucha, el dirigente sindical señaló: “El próximo lunes nos reuniremos en asamblea. No queremos que la sangre llegue al río, esperamos que los funcionarios recapaciten”. Por ahora, tanto el gobierno nacional como el provincial vienen sosteniendo que las escuelas son espacios cuidados en los que se producen demasiados contagios. Por eso, plantean que las clases presenciales serán una de las actividades esenciales que se suspenderían en último lugar. “El ministro de Educación de la Nación dice que en las escuelas no hay contagios, pero es una mentira absoluta. Las personas se contagian en cualquier lugar”, aseguró Díaz y agregó: “Hay que aprender de los países centrales que hacen este tipo de cortes por unas semanas para frenar la circulación del virus, no es algo que inventamos nosotros”. “Así no se pueden dar clases, todos los días cerrando burbujas, hisopando docentes y estudiantes, preocupados por la evolución de la enfermedad en compañeros”, concluyó.