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Este viernes comenzó el debate del nuevo Código de Convivencia Ciudadana de La Plata en la Comisión de Seguridad Pública y Derechos Humanos del Concejo Deliberante. El proyecto original presentado en 2018 había generado fuertes críticas de organizaciones sociales, políticas y de Derechos Humanos.

Durante la reunión, la secretaria de Convivencia y Control Ciudadano, Virginia Pérez Cattaneo,  y el director de Asuntos Administrativos, Fernando Bdair,  explicaron los detalles del proyecto.

El oficialismo destacó que la propuesta contempla ideas de los 36 talleres realizados por la comuna en los distintos barrios platenses.

"Queremos hacer un debate integral y que los que no estén de acuerdo sobre un tema puntual traigan propuestas concretas", dijo Romina Cayón, presidenta de la Comisión de Seguridad y destacó que "el espíritu del proyecto es preservar el espacio público como un patrimonio comunitario a través de tres ejes: el respeto social, el cuidado del medio ambiente y la salubridad pública".

Según detallaron el proyecto de Código de Convivencia se elaboró “en base a temáticas señaladas por los vecinos como el tránsito, el control de los alimentos, la tracción a sangre, las mascotas y derecho animal, control ambiental, entre otros temas”.

"Tenemos una normativa desactualizada de hace 20 años. Es necesario hacer un cambio en el que la finalidad es priorizar la convivencia. Ese fue el rector que nos guió a la hora de volcarlo en el nuevo Código", afirmó Bdair.

A su turno, la secretaria de Convivenvia y Control Ciudadano, Virginia Pérez Cattaneo destacó que "este es un Código claramente ordenador y mucho más abarcativo porque pone al ciudadano al frente como responsable también".

También aseguró que "avanza en temas innovadores como la protección de animales, se incluye la figura del responsable solidario, también incorpora la cuestión de género bajo la figura del acoso callejero, entre otros puntos;  por lo que merece un debate muy detallado".

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Algunos puntos controvertidos del proyecto

El artículo 119 establece la prohibición del trabajo de los “trapitos” al establecer multas de entre 50 y 300 módulos para “quien lavare automóviles ajenos de forma onerosa en la vía pública”.

Del mismo modo avanza con la penalización de los cartoneros al establecer sanciones de hasta 500 módulos para la “selección de residuos domiciliarios, su recolección, adquisición o transporte, almacenaje, manipulación o venta en contravención a las normas reglamentarias pertinentes”, y agrega: “Si la selección de residuos se efectuará en lugares que la Municipalidad tenga habilitados como vaciaderos será sancionado con multa de 100 a 2000 módulos, y/o arresto hasta 30 días”.

El proyecto también pretende regular “actos, manifestaciones, movilizaciones o expresiones similares”. El mismo establece que los organizadores deberán avisar al municipio 48 horas antes de su realización y que “se pondrá a disposición el uso delimitado del espacio público”.

El artículo 150 amplia: “Las movilizaciones y/o manifestaciones que tengan origen en un lugar distinto al indicado en el párrafo anterior, deberán trasladarse circulando por las veredas, respetando los pasos peatonales y las señales semafóricas. Excepcionalmente, y cuando por la cantidad de personas participantes se deban movilizar o manifestar”.

Por otra parte, el punto 208 establece que “todo aquel que coloque carteles fuera de los lugares autorizados, distribuya panfletos publicitarios masivos, dirigidos a público indeterminado en la vía pública, o coloque pancartas sin la autorización 26 municipal previa o instale cruzacalles en calles, plazas, terrenos baldíos, y en cualquier otro lugar similar, será sancionado con multa de 100 a 1500 módulos y/o arresto de hasta 15 días”.