El sindicato de los obreros de la construcción de Mar del Plata, junto a los desarrolladores inmobiliarios y las cámaras empresarias decidieron reactivar las construcciones privadas a pesar de que la actividad está prohibida para la Fase 3 en la que se encuentra Mar del Plata. A la medida la bautizaron “huelga a la japonesa”.

La Unión Obrera de la Construcción (Uocra) y empresarios del sector reactivaron el trabajo en obras privadas que se mantenían paralizadas desde hace 10 días, cuando la ciudad declaró “circulación comunitaria” de Covid-19 y retrocedió a la Fase 3 del aislamiento.

"Comenzamos una protesta atípica a lo que estamos acostumbrados, estamos ante una huelga a la japonesa, porque acá el que no trabaja, no cobra y todos debemos llevar el plato de comida a casa", dijo a Télam el secretario general de la UOCRA local, Cesar Trujillo.

Al referirse a la nueva modalidad de reclamo para que se habilite la actividad en fase 3, el gremialista indicó que "el artículo 14 bis de la Constitución garantiza el derecho a huelga pero no dice cómo hacerla, por eso hacemos una huelga a la japonesa”.

La modalidad de “huelga a la japonesa” en realidad es un mito muy extendido en los países de habla hispana. Esta versión asegura que en Japón, en forma de protesta, los empleados trabajan más de lo habitual como medida de presión hasta generar una crisis en la empresa por exceso de stock. Sin embargo, en ese país los obreros realizan huelgas de modo convencional, al igual que en el resto del mundo.

El origen de esta creencia se basa en una crisis que sufrió la automotriz Toyota en los años 40, cuando decidió dejar de trabajar por encargo de los clientes y aumentó su producción considerablemente. Cuando finalizó la guerra, la empresa quedó con demasiado stock acumulado y para equilibrar sus cuentas anunció despidos masivos.

En respuesta, los trabajadores iniciaron una huelga convencional. Esta historia fue deformada hasta llegar a la versión según la cual los japoneses aplican una forma de protesta en la que los empleados trabajan el doble.

Ante los numerosos casos de coronavirus en el distrito de General Pueyrredón permanece desde hace más de 10 días en Fase 3, la misma que se aplica en el AMBA. En ese estadio, la obra privada está prohibida.

"Los obreros están en sus puestos de trabajo cumpliendo con todos los protocolos como siempre lo hicieron desde que se nos permitió retomar la actividad. No usan transporte público, se movilizan por sus propios medios o son transportados en vehículos de las empresas constructoras", aseguró Trujillo.

La decisión de reactivar las construcciones también fue impulsada los empresarios del sector. La vicepresidenta de la Cámara de Desarrolladores Inmobiliarios, Florencia Miconi, expresó: "La medida esponde a la injusticia que vive el sector. La cantidad de casos en Mar del Plata no se debieron al sector de la construcción".